_
_
_
_
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Bien pagado

Ha pasado casi desapercibida fuera de Granada la noticia de que su nuevo alcalde, Torres Hurtado, nada más llegar, se subió el sueldo. Y el de sus concejales. El alcalde, para compensar, decidió al mismo tiempo congelar los sueldos de la oposición porque, según dice, "están muy bien pagados", para lo torpes que son, le ha faltado decir. Nadie se ha sobresaltado en el PP, su partido. Ni medio gesto de preocupación o malestar en sus filas por la decisión del señor alcalde. Por otra parte, la noticia no ha tenido una gran repercusión. Todo lo contrario de lo que ocurrió cuando el señor alcalde de Sevilla, Sánchez Monteseirín, decidió hace cuatro años subirse el sueldo de manera, por cierto, algo menos ventajosa que la decidida ahora por Torres Hurtado. Entonces el escándalo recorrió España, todo fue rasgarse las vestiduras e intentos de invitar al "despilfarrador" a atarse una rueda de molino al cuello y arrojarse al fondo del mar por semejante pecado de escándalo. Ocurren estas cosas en la vida política andaluza y en la española, por cierto. No hay más que mirar a Madrid y ver cómo, mientras hay unanimidad para pedir al PSOE todo tipo de penitencias por tener en sus filas e incluir en sus listas a gente tan impresentable como Tamayo y Sáez, son muchos menos los que se escandalizan de que el PP, con la ayuda del Fiscal General del Estado, crea que no tiene nada que decir sobre la aparición de tantos nombres de gente del partido como protagonistas del folklore de llamadas telefónicas, reservas de habitaciones e ires y venires de los días previos y posteriores a la fuga de los dos de la Asamblea de Madrid. Todo eso es bastante inquietante. No lo es la subida del sueldo del señor alcalde de Granada, que es una decisión, desde mi punto de vista, ni buena ni mala, incluso puede que sea justa, pero que, por un lado, recuerda el escándalo nacional que decisiones como esa han provocado en otros casos y la suerte para Torres Hurtado de que en esta ocasión la cosa no haya salido prácticamente de Granada; y por otro lado, no me negarán que ha dejado en evidencia al anterior alcalde, el socialista José Moratalla, por conformarse con menos. Y vaya usted a saber si fue por eso por lo que perdió las elecciones, porque, como dice una amiga mía, cualquier cosa puede pasar en estos tiempos raros.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_