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Pastor califica de "obsoleta" la Ley de Reproducción Asistida

La ministra cree que el uso de embriones debe tener límites legales

La ministra de Sanidad y Consumo, Ana Pastor, calificó ayer de "obsoleta" la actual Ley de Reproducción Asistida, de 1988, y admitió que el Gobierno prevé la aprobación de una nueva norma que resuelva el problema de la acumulación de decenas de miles de embriones congelados en los centros de reproducción asistida. Fuentes oficiales confirmaron que el Gobierno aprobará un proyecto antes de agosto.

"Espero que en muy poco tiempo tomemos una decisión con los informes que tenemos sobre la mesa", señaló la ministra. Entre dichos informes, Pastor destacó el emitido en marzo pasado por el Comité de Ética de las Ciencias, que abogaba por la utilización de las células madre derivadas de dichos embriones en la investigación biomédica.

Fuentes oficiales precisaron ayer que la reforma de la Ley de Reproducción Asistida cobrará cuerpo en un proyecto de ley que el Consejo de Ministros tiene previsto aprobar antes de fin de mes.

La titular de Sanidad -que inauguró ayer el curso de Periodismo Científico organizado por la Escuela de Periodismo UAM/EL PAÍS y la fundación BBVA- apuntó que el uso de embriones para la investigación supondría una salida para un problema, el de la acumulación de embriones, que "no tiene una solución fácil", pero evitó defender abiertamente esa solución.

"En estos momentos", precisó la ministra, "no sabemos cuántos embriones congelados hay ni en qué estado se encuentran. Puede haber 200.000, según dicen algunos; otros hablan de 80.000, y otros, de 40.000". Consideró que la situación está "descontrolada" y aseguró que se están manteniendo contactos con las clínicas de reproducción asistida para reducir el número de embriones que se fecundan en cada ciclo. Así se pretende evitar que la cifra siga creciendo.

Ana Pastor señaló que el Gobierno está trabajando con los científicos y con los centros de reproducción asistida con el fin de crear un registro de embriones, previsto ya en la ley de 1998, que determine el número que se ha acumulado y cuántos tienen más de cinco años. Transcurrido este periodo, los embriones dejan de ser propiedad de los padres, lo que, según la ministra, "plantea problemas jurídicos que hay que ver cómo se resuelven".

La titular de Sanidad estimó que el uso de embriones para la investigación no es un tema religioso, sino "científico y ético", aunque resaltó que esta vía debe tener limitaciones. "El propio Tribunal Constitucional ha dicho que el preembrión [hasta los 14 días] tiene un valor y no es cosa de que puedas coger y tirarlos a la basura", dijo Pastor.

La nueva ley que prevé aprobar el Gobierno limitaría la investigación a los embriones que lleven congelados más de cinco años y siempre que existiera una finalidad médica. Ana Pastor se mostró partidaria de tomar medidas para garantizar que los embriones "no se utilicen de manera indiscriminada y que no se comercie con ellos", y defendió que su utilización sea "absolutamente gratuita, como ocurre con los trasplantes".

La ministra subrayó también que el Ministerio de Sanidad ha iniciado contactos con el resto de países europeos para conocer su posición respecto a la utilización de embriones humanos para la investigación. En su opinión, "los avances que se produzcan en este terreno en un mundo globalizado serán avances de todos, pero lo que no parece razonable es que avancen unos países más que otros".

La titular de Sanidad señaló que en Europa se están dando "soluciones variopintas" a esta cuestión y mencionó como ejemplos el caso del Reino Unido, que ha permitido la investigación con células madre embrionarias, y el de Alemania un país que ha prohibido esta práctica.

Ana Pastor, en el curso de Periodismo Científico de la UAM / EL PAÍS.
Ana Pastor, en el curso de Periodismo Científico de la UAM / EL PAÍS.SANTI BURGOS

El CSIC, a favor de la reforma

El presidente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), Emilio Lora Tamayo, manifestó ayer, en relación con la intención del Gobierno de modificar el marco legal para posibilitar la investigación con células madre embrionarias, que suscribe "totalmente" el contenido del informe redactado por el Comité de Ética para la Ciencia y la Tecnología. Dicho informe apuesta por dar luz verde a este tipo de investigaciones.

Miembros de la Comisión Nacional de Reproducción Asistida reiteraron ayer la necesidad de aprobar un nuevo marco legal que regule la utilización de los embriones sobrantes de los procesos de fecundación in vitro como fuente de células madre para investigación con fines terapéuticos. Así se lo trasladaron al Gobierno cuando fueron consultados. También el presidente de la Sociedad Internacional de Bioética, Marcelo Palacios, calificó de "muy positivo" que el Gobierno trabaje para facilitar esta investigación.

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