Lula promete una reforma agraria ante los líderes de los 'sin tierra'

En su primer encuentro con los líderes del Movimiento de los Sin Tierra (MST), el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, prometió una reforma agraria a fondo, se puso el gorro rojo con el símbolo de los Sin Tierra y repartió trocitos de galletas en la boca de algunos activistas a modo de comunión fraterna.

Ese primer encuentro de Lula con los Sin Tierra era muy esperado. En los seis primeros meses de su Gobierno han arreciado las invasiones de tierras, las ocupaciones de edificios públicos y los asaltos de camiones de víveres para presionar por la reforma agraria. Fueron cuatro horas de encuentro a puerta cerrada. Como viejos compañeros de lucha, los líderes del MST hablaron de tú a tú con el antiguo líder sindical, y le dijeron que una tregua en las acciones de violencia social dependerá de la rapidez con la que el Gobierno lleve a cabo su prometida reforma agraria.

Lula, en un clima distendido, les prometió que dedicará este segundo semestre de su mandato a poner en pie una reforma agraria que calificó de "masiva y de calidad". Sus palabras debieron convencer a los líderes del MST, quienes al salir afirmaron por boca de su representante más cualificado, Joao Pedro Stédile: "Estamos viviendo un momento histórico único. Nunca estuvimos tan animados. Por primera vez tenemos un Gobierno popular comprometido con la reforma agraria y con todos los movimientos sociales". Los Sin Tierra presentaron a Lula bases concretas para la reforma, asegurándole que si fuesen aceptadas producirán tres millones de nuevos puestos de trabajo.

Mientras tanto, crece la preocupación por la formación de milicias armadas por parte de los terratenientes, que temen ver invadidas sus tierras por el MST.