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NOTICIAS Y RODAJES

El alemán Michael Meert lleva a la familia Habichuela al cine

Un documental relata la historia flamenca del clan de los Ketama

En una conocida zona de chalés de lujo de Madrid, durante una muy calurosa tarde de verano, Antonio Carmona, voz solista del grupo Ketama, canta y baila alrededor de la piscina. Toca la guitarra, lleva gafas negras y está rodeado por sus hijos y familiares, que también se dedican al flamenco. No es una fiesta espontánea de las que el clan de los Habichuela celebra, como la que puede verse en el DVD de su último disco, Dame la mano, sino que frente a ellos hay un exiguo equipo de rodaje con una cámara Betacam digital, captando todos y cada uno de los movimientos de los protagonistas. Tratan de capturar el duende para poder admirarlo después en la pantalla, en un filme que aún no tiene título y que se estrenará en España, Alemania y otros países europeos el año que viene.

Se trata de una película documental cuyo punto de partida se encuentra en Alemania. Su director es el germano Michael Meert, un realizador habituado a trabajar en proyectos relacionados con España y la música. Meert convenció a la televisión pública alemana WDR, a la productora Lichtblick y a una distribuidora para un proyecto que subvencionan la Fundación de Cine del Estado de Renania-Westfalia y el programa Media de la UE. Además, coproducen otros países como Francia, Italia, Finlandia y España (TVE).

La película plantea una visión histórica de la familia Carmona, que tiene como ilustres ejes a los Habichuela Juan y Pepe, legendarios guitarristas flamencos, y a sus descendientes, el trío Ketama, desde los años en que vivían en Granada hasta hoy, cuando triunfan en Madrid después de instalarse en la capital tras emigrar en los sesenta. El director del filme, Michael Meert, domina el español, aunque las marcas del sol en su rosada piel delatan su procedencia teutona. Explica que su fascinación por el tema de la película tiene su génesis en la propia experiencia vital: "Viene por la familia de mi madre. Ella y mi abuela eran violinistas y el sueño de mi madre era tener una banda familiar. De hecho, yo tocaba el piano, otro hermano mío el violín. Tocábamos juntos música folclórica de Alemania. Con los flamencos en general, y con los Carmona en particular, he vuelto a aquella imagen de música hecha en familia", asegura.

Meert habla del flamenco como una de las mayores fuentes de interés artístico del continente: "Para mí, es una música muy compleja más cercana al campo de lo clásico que al pop. Sólo la pueden tocar músicos muy bien formados, aunque sea de modo instintivo. Son intérpretes que aprenden desde niños, lo cual es también similar a la música clásica. Me interesa mucho que el flamenco se haya mantenido a lo largo de los siglos de una manera pura y un tanto aislada del resto y, sin embargo, que en el siglo XX haya entrado, gracias a Manuel de Falla, en la cultura popular".

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