Ausbanc pide a los afectados por Mundo Mágico que dejen de pagar
La Asociación de Usuarios de Banca (Ausbanc) ha animado a los afectados por la presunta estafa de la agencia de viajes Mundo Mágico que pagaron sus afiliaciones mediante crédito bancario a que se nieguen a continuar amortizando los préstamos porque éstos estaban vinculados a la prestación del servicio que no reciben, y recuerda que una sentencia de los juzgados de Sevilla del pasado mes de abril sobre el caso Opening requirió a los bancos a que no cobraran los créditos concedidos para los cursos de idiomas.
"Los de Mundo Mágico también se reconocen como créditos vinculados y al finalizar la prestación del servicio automáticamente finaliza también la obligación del prestatario de pagar una cuota más", explicó el delegado de la asociación en Málaga, José Miguel Cabezas.
Ausbanc ha puesto a disposición de los afectados un modelo de carta para remitir a los bancos en las que se "exige" que queden extinguidos los préstamos, así como otra para Mundo Mágico para comunicar la resolución de los contratos de los programas de vacaciones.
"Lo más importante ahora es no pagar", dijo Cabezas, quien anunció que Ausbanc presentará una demanda colectiva con la intención de que los afectados cuenten con una sentencia judicial que ampare sus derechos a no seguir pagando. Ausbanc va a solicitar también a la Agencia de Protección de Datos y al Banco de España que no permitan que las entidades bancarias inscriban a los afectados por la presunta estafa de Mundo Mágico en ningún registro de morosos.
Fraude de 12 millones
La asociación de usuarios de banca estima que el fraude de Mundo Mágico asciende al menos a unos 12 millones de euros, considerando que calcula que existen unos 4.000 afectados en toda Europa y que el mínimo pagado por las afiliaciones a los programas de vacaciones ascendía a 3.000 euros.
Mundo Mágico ofertaba a sus clientes la afiliación en un clubs que le daba derecho a disfrutar de entre una y cuatro semanas de vacaciones al año en complejos de multipropiedad y hoteles de todo el mundo a precios muy reducidos y con preferencia en la elección de fechas. Pero la realidad es que muy pocos clientes que se adhirieron a los programas han podido disfrutar de estos servicios.
Al margen de las responsabilidades penales de los responsables directos de la presunta estafa, que Ausbanc considera muy bien diseñada por un grupo de personas expertas que habían creado un entramado de unas 100 sociedades mercantiles, Ausbanc ha arremetido contra la actitud de bancos como en BBVA y el BSCH, hasta el punto de considerar que el fraude "no hubiera sido posible sin su concurso". Estas entidades financiaron unos servicios de una forma que Ausbanc considera muy ligera, "sin ningún control de análisis de riesgo, sin ninguna profesionalidad".
