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17 muertos al caer un avión militar sobre un suburbio de Argel

El impacto provoca el derrumbe de varias casas y la muerte de siete niños

Una nueva tragedia golpeó ayer Argelia. Al menos 17 personas resultaron muertas, entre ellas cuatro miembros de la tripulación, y una veintena heridas, al estrellarse, poco antes de las once de la mañana, un avión de transporte militar sobre las casas de Bufarik, una localidad situada a 35 kilómetros del centro de la capital.

El aparato Hércules C-130 acababa de despegar, según testigos oculares, de la gran base aérea de Bufarik cuando tuvo, aparentemente, problemas técnicos. La pericia de los pilotos evitó que el avión se estrellase sobre la autopista que une Argel con Blida, atestada de tráfico a esa hora de la mañana. Lograron desviarlo sobre un bloque de pequeñas viviendas.

Varias casitas quedaron destrozadas por el impacto y otras sólo dañadas, mientras los restos del aparato cuadrimotor provocaban incendios al esparcirse en un radio de varios centenares de metros.

Entre las víctimas civiles aplastadas al derrumbarse sus viviendas figuran, según la agencia France Presse, siete niños y tres mujeres. Los equipos de socorro trabajaban, a última hora de la tarde, para intentar salvar a eventuales supervivientes sepultados por los escombros de sus casas.

El accidente aéreo de ayer es el tercero que padece Argelia desde principios de año. El 6 de marzo pasado, un avión Boeing 737 de la compañía Air Algérie se estrelló nada más despegar del aeropuerto de Tamanrasset, la capital del desierto argelino situada a 1.900 kilómetros al sur de Argel. En la catástrofe, la mayor de la historia de la aviación civil del país, fallecieron 102 personas, aunque, milagrosamente, un soldado logró salvar su vida.

A mediados de este mes, un avión de caza Mig 21, de fabricación soviética, también se estrelló y su piloto falleció en el accidente al no lograr eyectarse de su asiento.

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A la mala racha aérea se añade el fuerte terremoto que padeció Argelia el 21 de mayo y que, según el último balance, causó 2.251 muertos, 1.136 desaparecidos y 9.085 heridos. Cerca de 200.000 personas resultaron afectadas por el desastre al quedarse sin hogar en la provincia de Bumerdés y también en Argel y sus suburbios. El sábado por la noche, madrugada del domingo en España, se produjo una nueva réplica de esa sacudida, con una magnitud de 3,6 en la escala de Richter.

Los temblores de tierra, las penalidades de la vida cotidiana y, ahora, la aparición de la peste y los rumores alarmistas que conlleva, han provocado un enorme desasosiego entre buena parte de la población argelina y, también, un auge del sentimiento religioso.

Vecinos de Bufarik observan los restos del avión accidentado.
Vecinos de Bufarik observan los restos del avión accidentado.REUTERS

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