IU asegura que poderes fácticos y el PP se han unido contra la izquierda

Fausto Fernández, el dirigente de IU que ha optado a más altas cotas de poder institucional, sostuvo ayer que los "poderes fácticos" y el PP se han unido para evitar esa posibilidad. El portavoz de la federación de izquierdas dudó de las convicciones democráticas del PP, pero luego pidió que aceptaran que la izquierda gobierne la Comunidad de Madrid y eviten otras elecciones, "porque el pueblo no se equivoca, simplemente su voluntad ha sido violada por un golpe de Estado".

Según Fernández, para conseguir que no tengan que repetirse las elecciones, bastaría con que se retiraran dos diputados del PP y, así, Simancas saldría elegido por 54 a 53 votos.

Fernández comenzó dibujando un panorama idílico de lo que hubiera podido ser un Gobierno de la izquierda, especialmente en lo que se refiere a la vivienda pública. Con una sucesión de frases que comenzaban con un "creíamos que", desgranó sus propuestas. Pero ese lento recuento acabó con un duro "¡Qué ilusos! ¡Cómo podían consentirlo los poderes fácticos! ¡Cómo lo iba a admitir el PP!". Y a partir de aquí lanzó un durísimo ataque contra los bancos de la derecha, sobre todo por sus "escasas convicciones democráticas" y su continuo party-line con los diputados tránsfugas.

Aunque se centró en esa ofensiva, Fernández también criticó, aunque con buenas palabras, la decisión de Simancas de no aceptar ser investido con los votos de Tamayo y Sáez.

IU siempre ha defendido que, por "dignidad y legitimidad democrática", había que respetar el voto de los ciudadanos, que daba la presidencia de la comunidad a la izquierda. Y, después, gestionar la crisis de los tránsfugas.

Fernández dijo entender la postura de Simancas, que se niega a aceptar los votos tránsfugas "por actitud ética y dignidad", pero le pidió que pusiera por delante de los valores personales "la política y los valores colectivos", y por tanto la necesidad de los ciudadanos de tener el Gobierno que han querido.

Simancas y Fernández ejecutaron una vez más su reparto de papeles: el socialista apunta los datos, y el líder de IU pone las frases más agresivas contra el PP. La consecuencia de esa actitud fue una constante interrupción de la intervención del portavoz de IU por los gritos y a veces insultos que le dirigían desde los bancos del PP. A cambio, Fernández recibió los aplausos entusiastas de su grupo y de los socialistas, que siguieron sus ataques con fervor.

El diario de Aznar

Además de la tesis socialista sobre la vinculación del PP con la trama que hay detrás de los tránsfugas, que Fernández suscribió por completo, el líder de IU centró su batería en las acusaciones al PP. Llegó incluso a recuperar el texto crítico contra la Constitución que escribió el presidente del Gobierno, José María Aznar, en un diario de La Rioja a finales de los 70. Y todo porque antes Esperanza Aguirre había hablado de los pactos del PSOE con "partidos anticonstitucionales". A Aznar le acusó de haber dado "alas al golpismo institucional" cuando se mofó de la posibilidad de que IU se hiciera con la responsabilidad de Educación en Madrid.

Contagiado por el clima bronco de acusaciones cruzadas y constantes recordatorios del pasado oscuro de todos los grupos, Fernández también recuperó el intento, en 1989, de un constructor de comprar el voto de un concejal de IU de Madrid por cien millones de pesetas.

En la última parte de su intervención, el portavoz de IU abandonó el tono duro para ofrecer soluciones. Comentó que le había llegado un dossier sobre un diputado del PP y prometió que se lo entregaría a Esperanza Aguirre sin darlo a conocer, porque aún cree que se puede "recuperar un cierto espíritu de pacto" entre los partidos. Y eso pasa sobre todo por medidas de regeneración democrática, explicó, no muy distintas a las que propusieron los socialistas, que servirían para evitar que pueda reproducirse un caso de transfuguismo tan grave como el que ha llevado a la crisis de la Asamblea de Madrid.