Dirigentes rusos piden al Príncipe que la UE cuente más con Moscú
Don Felipe almorzó ayer en la capital de Rusia con representantes de la élite política
Dirigentes y políticos rusos han aprovechado la visita del príncipe Felipe para insistir en que la Unión Europea no debe marginar a Rusia del nuevo espacio continental. Éste es uno de los contenidos políticos más significativos de la estancia de don Felipe, que ayer recorrió el Centro de Entrenamiento de Cosmonautas conocido como la Ciudad de las Estrellas, en las afueras de Moscú, e inauguró en un parque de la capital un monumento a los españoles caídos en la Segunda Guerra Mundial.
Enfundado en un mono de trabajo, el astronauta español Pedro Duque estaba esperando al Príncipe de Asturias al pie de una nave Soyuz TMA. Duque, que se está preparando para ser lanzado al espacio el próximo otoño, fue el guía de don Felipe en la Ciudad de las Estrellas. El Príncipe recorrió los módulos rusos de la Estación Espacial Internacional (ISS), contempló una sesión de entrenamiento en la piscina del centro y conversó a través de una pared acristalada con el ingeniero Oleg Pushkar, que ejecutaba ejercicios en el agua. Duque le explicó al Príncipe cómo había que ponerse el traje de cosmonauta y don Felipe incluso se probó una escafandra.
Tras entrevistarse con los niños de la guerra que hoy dirigen el Centro Español de Moscú, don Felipe se dirigió con ellos en un minibús al parque de la Victoria, donde inauguró el monumento a los caídos españoles, obra del arquitecto Antonio Mije, que ha sido ubicado en terrenos cedidos por la alcaldía de Moscú y financiado por el Ministerio de Educación y Cultura. El Príncipe deseó que el monumento "sirva como emocionado recuerdo permanente" a todos los niños de la guerra y a "todos los españoles que sufrieron en este país las terribles consecuencias de la Segunda Guerra Mundial". Constituye, según dijo, "un símbolo de reconciliación y hermandad en tierra rusa" y una "prueba de la buena voluntad y el afecto de nuestro pueblo hacia el pueblo ruso". En la Segunda Guerra Mundial, perecieron 215 voluntarios y 280 niños españoles, según Francisco Mansilla, director del Centro Español.
En la residencia del embajador español, José María Robles Fraga, el Príncipe almorzó con un selecto grupo de representantes de la élite política rusa. La relación de Rusia con Europa y la crítica al sistema de visados que dificulta el desplazamiento de los rusos por Europa fueron motivo de reflexión en la mayoría de las intervenciones, entre ellas la del político liberal Grigori Yavlinski y la de Serguéi Yastreshembsky, el asistente del presidente Putin. El politólogo Viacheslav Níkonov advirtió que el sistema de visados no debe convertirse en un nuevo telón de acero y acusó a los europeos de dureza en las negociaciones para el ingreso de Rusia en la Organización Mundial de Comercio. Yavlinski dijo que la única oportunidad de Europa para sobrevivir como entidad capaz de competir con EEUU pasa por la cooperación con Rusia. Nadia Arbátova, del Comité Rusia en Europa, afirmó que esta entidad quiere elaborar un plan para liberar a los rusos de los visados en Europa y señaló que un acuerdo de asociación entre Rusia y la UE ayudaría a superar líneas divisorias en el continente. Defendió que la ampliación y profundización de la UE debe tener una "dimensión rusa".
También el presidente Putin se pronunció en contra de los visados durante su entrevista con el príncipe Felipe el pasado lunes, según han indicado fuentes conocedoras del contenido de la conversación. Putin indicó, al parecer, a varios sus interlocutores españoles que Schengen no debe convertirse en un nuevo telón de acero.
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