El 'thriller' del 'caso Moro'
Una película reconstruye con escalofriante realismo los 55 días de 1978 que conmocionaron Italia
Han pasado 25 años del macabro hallazgo, en Via Caetani, en el centro de Roma, del cadáver del presidente de la Democracia Cristiana Aldo Moro en el maletero de un Renault. Moro había sido alcanzado de lleno por once disparos de una metralleta Skorpion, y rematado con un tiro de gracia. Su asesinato por las Brigadas Rojas, tras un cautiverio de 55 días, conmocionó Italia y ha hecho correr ríos de tinta desde entonces, dando pie a numerosas teorías conspirativas. Renzo Martinelli, cineasta comprometido y amante de los grandes temas de denuncia, dedica ahora a este episodio crucial de la historia de Italia un filme, acogido en su país con polémica y desconfianza. Piazza delle Cinque Lune es el título de este thriller sobre el caso Moro, filmado con osadía y despliegue de medios técnicos.
Un reparto importante, en el que destacan Donald Sutherland, Giancarlo Giannini, Murray Abraham, Philippe Leroy y la italiana Stefania Rocca, y un rodaje difícil completado entre Siena, Roma y París, hacen de Piazza delle Cinque Lune un filme interesante, pese a lo trillado del guión, que es un soporte mínimo para relatar la gran historia que hay detrás de él.
No es extraño que la crítica italiana lo haya calificado de filme-documental. Y ello porque lo mejor de esta cinta de Martinelli es la reconstrucción de los momentos claves del caso Moro: el espectacular secuestro del dirigente democristiano, el jueves 16 de marzo de 1978, en Via Fani, por un comando de las Brigadas Rojas que asesinó a los cinco miembros de su escolta; el momento en el que los brigadistas toman la histórica foto de Moro -ante una tela roja con la estrella de cinco puntas de las BR-, y su posterior asesinato. La búsqueda de verismo ha sido tal, que incluso se ha reproducido virtualmente la voz del estadista.
Martinelli está convencido de que el secuestro y asesinato de Moro no fue una cuestión italiana, protagonizada exclusivamente por las Brigadas Rojas, sino "un asunto que implicó a la intelligence internacional, no circunscrito a Italia, y que sigue tendiendo muchos puntos oscuros". Todo apunta a que el líder democristiano fue asesinado para impedir la entrada en el Gobierno del Partido Comunista. Basándose en el trabajo del senador Sergio Flamigni, el mayor experto italiano en el caso Moro, Martinelli, que ha filmado en inglés con actores internacionales, ha urgado en los papeles oficiales de las sucesivas comisiones de investigación, ha leído las declaraciones de los dirigentes brigadistas (Mario Moretti y Valerio Morucci, parte del comando que secuestró a Moro), los informes del forense que realizó la autopsia del líder asesinado, los de la policía, y todo lo referente a los asesinatos más o menos ligados a este caso, como los del periodista Mino Pecorelli, el coronel Antonio Varisco y el general Carlo Alberto della Iglesia.
Pecorelli es uno de los personajes del filme, que le sigue a una cita misteriosa precisamente en la Piazza delle Cinque Lune, a espaldas de Piazza Navona, donde recibe las claves para acceder al verdadero memorial de Moro. Durante los 55 días de su secuestro, el presidente democristiano fue sometido a un exhaustivo interrogatorio, y sus respuestas, escritas de su puño y letra, en cuartillas cuadriculadas, forman el famoso documento. El nombre de la plaza es además la palabra clave para abrir el file del memorial, razones que justifican su uso como título del filme. En realidad, el memorial original no llegó a encontrarse nunca. Todo lo que llegó a manos de los investigadores fueron copias incompletas hechas por los propios brigadistas. Siempre se ha sospechado que pudiera contener revelaciones peligrosas para la DC, o al menos para algunos de sus dirigentes.
La idea del filme parte de una hipótesis, apuntada en una entrevista por Licio Gelli, gran maestre de la logia masónica P2, según el cual era del todo previsible que las BR hubieran filmado el secuestro de Moro. El filme de Martinelli arranca de aquí. Un ex brigadista moribundo decide entregar una filmación del espectacular secuestro de Via Fani a un fiscal de Siena que está a punto de jubilarse (Donald Sutherland). La filmación, pese a su escasa calidad, permite al magistrado observar que, además del comando brigadista, una quinta persona armada entró en acción esa mañana de marzo, mientras en un ángulo de la imagen reconoce a un agente secreto, en la persona de un desconocido vestido con impermeable blanco.
La película gira en torno a la investigación de Sutherland, apoyado por la fiscal adjunta (Stefania Rocca) y por el escolta del magistrado (Giancarlo Giannini), y deja al final la estela de otra teoría conspirativa: la de que a Moro le asesinó, en realidad, la CIA. Martinelli se muestra cauteloso al respecto. "El filme propone", dice, "nuestra idea sobre todo el episodio: no quiere resolver nada, no quiere inclinarse de uno u otro lado. Pretende sólo invitar a los espectadores a reflexionar sobre todas las incongruencias y mentiras que rotan desde hace 25 años en torno a este suceso crucial".
Babelia
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