2.000 trabajadores de los astilleros colapsan Cádiz
Unos 2.000 trabajadores de las factorías del grupo naval Izar en la Bahía gaditana -San Fernando, Puerto Real y Cádiz- y empleados de las industrias auxiliares de la zona cortaron ayer los dos únicos accesos a la capital, que quedó aislada durante más de dos horas. Los trabajadores cerraron el puente José León de Carranza con barricadas de neumáticos y maderas, a las que prendieron fuego, al tiempo que tiraron a la fuerza algunas farolas de grandes dimensiones que iluminan el puente. Los cortes de tráfico provocaron retenciones de varias horas y caravanas de ocho kilómetros en las carreteras nacional IV y nacional 443, según informó la Guardia Civil.
Los sindicatos de los tres centros gaditanos provocaron un gran colapso. En la ciudad de Cádiz no entró ni salió un solo vehículo entre las 10.00 y las 12.00.
Con esta nueva protesta, los comités de empresa reclaman a la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), dependiente del Ministerio de Ciencia y Tecnología, que contrate nuevos pedidos que garanticen el futuro de las plantas gaditanas. Asimismo, reclaman a la dirección de Izar que agilice las negociaciones del convenio colectivo y que cumpla el prometido plan industrial.
Francisco Caro, secretario del comité de empresa de Puerto Real, advirtió de que los ánimos de los trabajadores están "muy exaltados" y que el control de las plantillas se les "escapa de las manos". "O los responsables de la empresa y del Gobierno dan solución a nuestras demandas, o aquí puede arder Roma por los cuatro costados", dijo Caro.
Los trabajadores anunciaron una reunión prevista para el jueves con el consejero de Empleo, José Antonio Vieira, para que la Junta medie ante el Gobierno.El presidente de la Sociedad Estatal de Participación Industrial (SEPI), Ignacio Ruiz-Jarabo, admitió ayer en Jaén que, a pesar de que los astilleros llevan dos años con "un récord histórico de ocupación" y de mantenimiento de empleo, el nivel de pedidos actual "no garantiza que los niveles de ocupación se mantengan en el futuro". A su juicio, no se trata de un problema que afecte únicamente a los astilleros españoles y lo atribuyó a la "coyuntura económica y a la competencia desleal de los astilleros asiáticos, especialmente los coreanos". Ruiz-Jarabo criticó la "relajación" de los órganos comunitarios en la protección del sector europeo de construcción naval.
El presidente de la SEPI coincidió con el ministro de Ciencia y Tecnología, Josep Piqué, en que una posible solución es la creación de un consorcio de la industria naval europea. Ruiz-Jarabo señaló que este modelo ha tenido unos buenos resultados en la industria aeronáutica con la creación del consorcio EADS, que fabricará el airbus.
Ruiz-Jarabo anunció que en el mes de septiembre se celebrará en Andalucía un encuentro bilateral entre las autoridades francesas y españolas vinculadas a la industria naval.
Balance
Juan Gurbindo, director de Administración y Recursos de la SEPI, resaltó el papel "positivo" que la sociedad estatal ha tenido para el despegue de la economía andaluza. Con la privatización en este año 2003 de Tragsa y Mercasa, las empresas que la Sociedad Estatal de Participación Industrial (SEPI) van a concentrar un volumen de 5.000 empleos. Durante el último año, las inversiones de todas ellas ascendieron a 64,27 millones de euros. En el periodo comprendido entre 1995 y 2001, las inversiones que las firmas de SEPI realizaron en Andalucía representaron el 9% del total invertido por todas las empresas andaluzas.
En este sentido, Ruiz-Jarabo añadió que la política de privatizaciones ha dado buenos resultados "tanto en la expectativa microempresarial como en la contribución a la política económica en general". Uno de los ejemplos que destacó fue el de la industria aceitera Coosur (con dos plantas en Jaén), privatizada hace ahora un año. "El resultado es tremendamente positivo, pues Coosur está más asentada que antes, el empleo se mantiene, se van realizando las inversiones comprometidas y las políticas de expansión comercial están en marcha", dijo.
No obstante, apuntó que el reto que la sociedad estatal tiene por delante es adaptarse a una "concepción más moderna" en consonancia con las directrices europeas. "Tenemos que sustituir la idea de un Estado que gestiona directamente las empresas por otro que favorece, promueve y facilita la inversión empresarial privada".
Sobre los despidos de Telefónica, Ruiz-Jarabo manifestó: "lo más traumático es mantener empleo ficticio, que provoca ineficiencia en la economía y eso es lo que genera paro, destrucción de empleo y pérdida de competitividad".
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