Los gobiernos vasco y central siguen sin acordar el gasto de limpiar el fuel

Imaz insistió en el esfuerzo que los equipos de limpieza están realizando para recoger los restos de hidrocarburo que llegan hasta las playas, lo que de momento ha evitado que se cierren. En estos momentos, se está retirando de los arenales una media diaria de cuatro a siete toneladas de restos impregnados de fuel, si bien en los últimos días la cifra ha sido mayor. Según el portavoz, las aguas del Golfo de Vizcaya albergan todavía al menos entre 3.000 y 4.000 toneladas de fuel, que en función de la dirección de los vientos impactan en mayor o menor medida contra la costa.

"Podrá haber semanas buenas, en las que llegue menos chapapote, pero va a ser inevitable que siga arribando durante los próximos meses", enfatizó Imaz en una entrevista a Radio Popular. A pesar de la presencia de fuel, el agua ha sido declarada apta para el baño. El nivel legal de hidrocarburos aromáticos que puede contener el agua es de 50 nanogramos por litro. Como medida de precaución el Gobierno ha bajado ese límite hasta los 10 nanogramos.

Ninguno de los múltiples análisis efectuados por la Dirección de Salud Pública ha detectado una concentración superior a esos 10 nanogramos. El portavoz repitió que si en algún momento se apreciase algún riesgo, el Ejecutivo no tendrá ningún problema para prohibir el baño porque "lo primero es la salud de las personas".

Información actualizada

Los niveles de contaminación en la arena tampoco son relevantes, de manera que la ingesta involuntaria de la misma (algo habitual en los más pequeños) ni el contacto de la piel con las galletas de chapapote suponen motivo de preocupación. "Es absolutamente normal que los ciudadanos protesten cuando van a las playas y se manchan de galipote", señaló.

Para que los usuarios tengan un conocimiento más exacto de cómo se encuentran de afectadas las playas en cada momento, el PP ha solicitado a la Diputación de Vizcaya que active, a través de Internet y de las radios, un servicio de información actualizada y en tiempo real sobre la presencia de fuel en los arenales. De esa forma, los interesados podrían desechar la idea de ir a la playa o, por el contrario, animarse y acudir.

El portavoz también hizo hincapié en que aún no se ha llegado a ningún acuerdo con el Gobierno central para que abone el dinero que están gastando el Ejecutivo autónomo, las diputaciones de Vizcaya y Guipúzcoa y el Ayuntamiento de San Sebastián en la limpieza del fuel. Imaz señaló que se mantienen los contactos y las reuniones entre ambas administraciones, pero sin resultado positivo hasta la fecha. Las instituciones vascas han gastado ya entre 35 y 36 millones de euros en el dispositivo de limpieza y recogida del galipote tanto en tierra como en alta mar, así como en las diferentes ayudas al sector pesquero.

Precisamente, los arrantzales han sido uno de los colectivos peor parados por los efectos del vertido. Los pescadores vascos han dado por finalizada la "peor campaña" de la anchoa de su historia con un pobre balance de 3.000 toneladas capturadas, 2.000 menos que la anterior, que ya consideraron "muy mala" los propios afectados. Según los pescadores, el fuel del Prestige es la principal causa de la reducción de las capturas, algo que los expertos científicos aún no han determinado. Imaz remitió a los técnicos para aclarar esta circunstancia, aunque adelantó que el Gobierno no dejará "abandonado" al sector pesquero.

En el caso de que la campaña de bonito, que comenzará próximamente, arroje tan malos resultados como la de la anchoa, el sector de bajura se hallará en una situación muy complicada. A la incertidumbre generada por el daño que el hidrocarburo haya podido ocasionar al ecosistema marino, se une el recuerdo de la mala campaña del año pasado, cuando se capturaron 3.973 toneladas, menos de la mitad de las contabilizadas durante el año 2001.