Descubrir un nuevo mundo en 10 días

Miércoles 25 de junio. Mucho calor y mochilas gigantescas se amontonan frente a la puerta del centro de Esplai Sant Feliu, situado en el barrio del mismo nombre de L'Hospitalet de Llobregat. Son las nueve de la mañana y padres, madres y algunos abuelos acompañan la espera de los 62 niños de entre 9 y 12 años que se marchan a Breda. Para calmar los ánimos mientras llegan los autocares, los nueve monitores que les acompañarán en esta aventura que durará 10 días mantienen la tranquilidad de los chavales en las clases. Les recuerdan las actividades que van a realizar y las normas de comportamiento, e intentan frenar como buenamente pueden su entusiasmo nervioso. "En sólo 10 días hay muchos niños que se transforman, porque una convivencia constante resuelve los roces entre ellos y viven experiencias que a veces no apreciamos, por ejemplo que una hormiga les suba por la pierna ", explica Carme Elías, directora del centro.

Un grupo de madres intentan paliar el calor con abanicos y se cuentan los pormenores de la salida."Mi hijo se va muy contento, y yo lo estoy más, porque antes era tímido y con el esplai y las colonias está aprendiendo a moverse y a funcionar solo", explica Resurrección López, madre de Jordi Cebrià, de 11 años.. Aida Trujillo, de 12, confiesa que se lo pasa "muy bien", con estas salidas, porque "desconectas de la ciudad y todo es más tranquilito y más fácil". Este año, 11.000 niños participarán en las actividades de verano que ha preparado esta fundación, que impulsa la educación en las actividades de ocio. "Para mí trabajar con los chavales es una mezcla de responsabilidad y cambio de aires, que siempre viene bien", concluye Oliver Sánchez, uno de los monitores del Esplai Sant Feliu mientras sube las inmensas mochilas al autocar.