El Gobierno y el PP acusan a Zapatero y a Simancas de "mentir a los madrileños"

El anuncio del candidato socialista al Gobierno de Madrid, Rafael Simancas, de que se presentará a la investidura, sentó como un tiro en las filas del Gobierno y del PP. "Ha terminado la pantomima. Después del desencuentro entre los clanes del PSOE, han llegado a un acuerdo", dijo el portavoz del PP en el Congreso, Luis de Grandes. "José Luis Rodríguez Zapatero y Simancas sólo quieren ganar tiempo y no les importa gobernar con la basura", dijo Ana Mato. La Moncloa y el PP afirman que "Simancas ha mentido; dijo que no se presentaría si no renunciaban a sus actas los dos rebeldes".

Más allá de las descalificaciones contra Simancas, el Gobierno y el PP están convencidos de que la decisión del candidato socialista de presentarse a la investidura para la presidencia de la Comunidad de Madrid tiene por objetivo ganar tiempo. El PSOE pretende, según esa interpretación, desarrollar y culminar la investigación sobre la trama político-inmobiliaria que el secretario general socialista, José Luis Rodríguez Zapatero, anunció la víspera en la ejecutiva federal de su partido. El anuncio ha causado una preocupación no confesada en las filas gubernamentales y en el partido.

Gobierno y PP dudan de que Simancas se limite a utilizar la investidura para convocar nuevas elecciones en la Comunidad de Madrid. "Va a esperar el tiempo que le convenga para hacerlo", señalaban ayer en La Moncloa. La dirigente del PP Ana Mato aseguraba que "Zapatero y Simancas quieren ganar tiempo para solucionar sus problemas internos".

A partir de ahí, el Gobierno y el PP pusieron en marcha, ayer mismo, su estrategia de respuesta ante la apuesta arriesgada de Simancas, que tendrá continuidad en el debate de investidura del candidato socialista, este fin de semana, y en el debate sobre el estado de la nación, el lunes y martes próximos en el Congreso de los Diputados. En primer lugar, acusaron a Zapatero y a Simancas de "mentir".

"Todos los madrileños saben que han mentido y que su palabra no tiene crédito". Ana Mato recordó que Simancas dijo la pasada semana a la presidenta de la Asamblea de Madrid, Concepción Dancausa, que renunciaba a la investidura. "Y ahora hace lo contrario".

"Pacto con corruptos"

El segundo flanco de ataque del Gobierno y el PP a Simancas es preguntarse "si ahora ha pactado con los corruptos [los diputados desertores Eduardo Tamayo y Teresa Sáez], cuando entonces dijo no querer salir elegido gracias a sus votos". "Deben decir qué han pactado con estos señores, qué tienen que esconder y por qué tienen tanto miedo a unas elecciones", dijeron ayer Mato y De Grandes.

El tercer flanco de ataque del Gobierno y el PP es el apremio a Simancas para la convocatoria de nuevas elecciones. "El PSOE tiene que dejar de anteponer sus intereses partidistas a los de los ciudadanos de Madrid, fijar una nueva fecha electoral y descartar la posibilidad de un Gobierno que estaría bajo sospecha por contar con los apoyos de los que los propios socialistas han llamado apestados, sucios o despojos humanos", señalaban ayer los dirigentes.

El cuarto flanco es el ataque a Simancas y al PSOE por su "ambición de poder", que "les lleva a cerrar pactos indeseables" como han hecho en algunas comunidades autónomas y municipios. Ayer mismo, De Grandes y Mato volvieron a exigir a Zapatero la expulsión de los alcaldes socialistas navarros de Tafalla, Estella, Burlada, Barañain y Sangüesa, por haber sido elegidos con votos del nacionalismo democrático y candidaturas independientes. "Simancas también quiere el poder a toda costa", dijo De Grandes.

Y por último, la ya permanente alusión a la "debilidad de Zapatero", que "primero dice una cosa y luego la contraria (...) Este desenlace pone punto final a la farsa de la indignación de Zapatero, pero quedan las declaraciones contradictorias de los dirigentes socialistas y los intentos de salpicar de basura a los demás", sentenció el portavoz del PP en el Congreso. "Zapatero debe una explicación sobre el precio político que ha pagado para lograr el acuerdo con los tránsfugas".