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Reportaje:

Urgencias de 30 grados

Hospitales y centros de salud ven cómo crecen los casos vinculados con las altas temperaturas

Pocos valencianos escapan a la sensación de pesadez que provoca soportar 12 horas al día con temperaturas superiores a los 30 grados, bajo un sol radiante y una elevada humedad ambiental. El de este año es el junio más asfixiante de los últimos y a ello no es ajeno ni las urgencias de los hospitales y ni los centros de salud. Mareos, bajadas de tensión, astenia, quemaduras solares, calambres en las piernas, situaciones de deshidratación o desfallecimientos por golpes de calor son algunos de los casos que se están encontrando los médicos debido a las altas temperaturas.

"Normalmente en verano suele bajar la afluencia de gente a las urgencias, lo que pasa ahora es que el calor ha aumentado la llegada de gente por problemas relacionados con las altas temperaturas sin que hayan bajado otras patologías". Así se expresa un médico de urgencias de un hospital de Valencia, quien destacaba la acumulación de trabajo durante estos días. Uno de los casos más comunes son las deshidrataciones de los ancianos encamados, débiles o seniles. Se suele tratar de gente con vida sedentaria que se encuentra en habitaciones con altas temperaturas, humedad y falta de ventilación, ya sea en residencias de la tercera edad o en domicilios particulares, lo que les provoca una sudoración excesiva que no compensan con un consumo de agua suficiente para equilibrar la pérdida de líquido. La deshidratación pude complicarse con insuficiencia renal y requerir un ingreso de 24 o 48 horas y un tratamiento de líquidos para recuperar al paciente. Tanto este médico, como otra facultativa que trabaja en el servicio de urgencias de otro hospital público de Valencia recuerdan haber percibido un notable incremento de ingresos de este tipo.

Uno de los casos más comunes son las deshidrataciones de ancianos
"Han aumentado las consultas sin que hayan bajado otras patologías"

Frente a estos casos, centrados básicamente en gente mayor, los golpes de calor que recuerda el especialista consultado por este diario suelen ser más frecuentes en jóvenes que realizan ejercicio intenso en recintos cálidos y húmedos como pueden ser gimnasios poco acondicionados. En estas condiciones, los deportistas no pueden liberar el calor que generan, lo que deriva en aumentos de temperatura corporal de hasta 40 grados, cefaleas, pérdidas de conciencia y en casos extremos coma. "Hasta el momento los casos que hemos tratado los últimos días no han sido críticos", apunta el médico de urgencias, aunque algunos de ellos sí han requerido el ingreso en el hospital entre 24 y 48 horas, sometidos a procesos de hidratación y observación.

Más frecuentes son cuestiones menores, fundamentalmente quemaduras de sol por exposiciones solares excesivas, un incremento de bajadas de tensión o molestias en las piernas."Estamos encontrándonos con un aumento de mujeres jóvenes sin patologías de base con las piernas hinchadas", apuntaba la médico que habló con este diario. Destacaba el aumento de este tipo de casos, fruto de la combinación del calor con estar muchas horas de pie, o al sol, en gente con problemas vasculares. "En gente joven evitamos dar medicación y les solemos recomendar masajes a base de ducha frías de abajo a arriba, poner las piernas en alto o dar paseos por la orilla de la playa con el agua a la altura de la rodilla, algo que va muy bien". También son comunes los mareos "inespecíficos", sin relación con alguna enfermedad de base y ligados a insolaciones. En estos casos, una vez descartado a través de analíticas que el malestar tenga un origen fisiológico distinto al derivado del calor, se aconseja evitar exponerse al sol y beber mucha agua.

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Pero no son sólo los servicios de urgencia quienes están notando los efectos del calor. También los centros de salud, como señala Álvaro Bonet, vicepresidente de la Societat Valenciana de Medicina y centro de salud Salvador Pou.

Además de los casos de hipotensión y problemas vasculares, Bonet destaca un aumento de consultas por astenia primaveral "algo tan inespecífico que es difícil determinar si responde a una alteración orgánica o a una motivación psicológica". A ello suma reacciones a picaduras de insectos, urticarias o quemaduras solares, situaciones propias del verano que este año se han adelantado debido a la prematura llegada del verano.

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