Cuatro coches bomba y un juez asesinado en tres años
ETA ha visitado de nuevo la localidad por excelencia de la burguesía vasca, la oligarquía financiera y la clase empresarial. Y de nuevo ha dejado a su paso por Getxo cristales rotos, puertas desvencijadas e innumerables desperfectos. En los últimos tres años, los sucesivos comandos Vizcaya han puesto allí cuatro coches bomba y han asesinado al juez de la Audiencia de Vizcaya José María Lidón. Getxo, su corazón de Neguri y la familia Delclaux son casi una obsesión para los terroristas que operan en Vizcaya, como lo son sus cajeros automáticos, los autobuses o las sedes del PP y PSE para la kale borroka.
La carta de presentación etarra fue un coche bomba colocado el 25 de junio de 2000 y cargado con 50 kilos de dinamita titadyne. Estalló frente al chalé de un miembro de los Delclaux, una familia que para entonces ya conocía las actuaciones de la banda con quienes se resisten al chantaje terrorista. Cosme Delclaux fue secuestrado por ETA y su familia tuvo que pagar 1.000 millones de pesetas. La banda les acusó posteriormente de no haber satisfecho el último pago del rescate: 500 millones.
Un mes más tarde, el 24 de julio, estallaba el segundo coche bomba, estacionado frente al domicilio de la senadora popular Pilar Aresti. El 22 de enero de 2001, la Ertzaintza desactivaba un vehículo con 60 kilos de dinamita. El último coche bomba, con unos 40 kilos de explosivo, estalló el 20 de abril pasado y estaba dirigido contra una casa de los Delclaux. El 7 de noviembre de 2001, ETA asesinaba al juez Lidón.
El consejero de Interior, Javier Balza, dijo ayer en Radio Euskadi que ETA mantiene las posiciones "más inmovilistas" de su historia y subrayó que la banda tiene un grupo estable en Vizcaya.
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