El Gobierno releva al jefe del Gabinete Jurídico presionado por la oposición

El Consell Executiu nombró ayer a Maria Lluïsa Florensa nueva directora del Gabinete Jurídico de la Generalitat en sustitución del polémico Albert Raventós, cuya gestión había sido puesta en el punto de mira de toda la oposición parlamentaria, de buena parte del propio cuerpo de abogados e incluso de varios departamentos del Ejecutivo. Raventós, un hombre apadrinado por Unió Democràtica (UDC), había pedido el relevo a finales de mayo al expirar la excedencia profesional que le concedió el bufete de abogados Cuatrecasas, del que se ha mantenido como socio.

Albert Raventós pactó su nombramiento, que se oficializó el 29 de mayo de 2001, por un periodo de dos años y los plazos se han cumplido según lo previsto. Su nombramiento ya fue polémico al proceder de Cuatrecasas, uno de los bufetes que más litigan con la Generalitat, y mantenerse como socio en excedencia de la firma, pero su gestión lo ha sido todavía más: se ha enfrentado simultáneamente al Parlament -todos los grupos, salvo CiU, reclamaban con ahínco su dimisión-, a amplios sectores profesionales del propio Gabinete Jurídico y a altos cargos de varios departamentos del Ejecutivo catalán.

El pleno del Parlament que empieza mañana incluye cuatro interpelaciones sobre la explosiva situación que atraviesa el Gabinete Jurídico por el proceso abierto para incrementar su plantilla y su reorganización interna (véase EL PAÍS del pasado 21 de abril). El Gobierno de CiU, basándose en un informe de Raventós, desafió al Parlament al fijar un sistema de acceso al cuerpo distinto al aprobado en la Cámara por unanimidad. El cese se produce la víspera de las interpelaciones, con lo que previsiblemente calmará los ánimos de la oposición, que no obstante mantiene las espadas en alto.

"Chollo"

Raventós encrespó los ánimos de todos los grupos al sostener que la citada ley del Parlament es "de dudosa técnica", "disconforme con los principios constitucionales" y un "chollo" para algunos funcionarios que llevaban años trabajando para el Gabinete Jurídico sin formar parte de él. Esta actitud desafiante irritó a todos los grupos de la oposición, salvo a CiU, que preparaban intervenciones muy duras para las interpelaciones del pleno que empieza mañana.

El hasta ayer jefe del Gabinete Jurídico no sólo se enemistó con los grupos de la oposición, sino también con un número creciente de profesionales del cuerpo de abogados de la Generalitat y de altos cargos del Ejecutivo de Convergència i Unió.Raventós inspiró un anteproyecto de decreto que ahora ha quedado en el tintero pero que modificaba de cabo a rabo el funcionamiento del organismo y aumentaba su poder. El anteproyecto centralizaba todos los informes jurídicos del Ejecutivo en su persona, lo que fue acogido con recelo por sus subordinados y también por los secretarios generales de los departamentos de la Generalitat, según fuentes conocedoras de las negociaciones mantenidas. Éstos veían recortadas sus atribuciones en beneficio del responsable del Gabinete Jurídico.

Fuentes del Gabinete Jurídico explican que, ante las dificultades para implantar el nuevo método de trabajo y cumplidos los dos años pactados en el cargo, Raventós hizo llegar al Ejecutivo a finales de mayo su intención de cesar y retomar su actividad privada. Las mismas fuentes subrayan que Raventós consideraba que con su propuesta de reorganización del cuerpo ya había cumplido con el encargo recibido, con independencia de que el Gobierno catalán aplique o no sus sugerencias.

Una portavoz del Gabinete Jurídico aseguró ayer que Raventós se encontraba fuera de Barcelona, por lo que era imposible obtener su versión de lo sucedido. Una portavoz del bufete Cuatrecasas dijo desconocer si Raventós se reincorporará ahora al despacho.

Las relaciones entre el Gabinete Jurídico y este bufete eran vistas con reticencias por los grupos de la oposición. Durante su gestión, varios profesionales de este bufete han participaron en mesas redondas organizadas por el Gabinete Jurídico. Además, el hecho de que Raventós no llegara a desvincularse nunca del despacho -sigue constando como socio en excedencia- encendió las luces de alarma en la izquierda y el PP.

Más explicaciones

Ayer mismo, el portavoz del grupo parlamentario socialista, Joaquim Nadal, atribuyó la marcha de Raventós, que sigue siendo miembro de la comisión jurídica asesora, a su "vinculación a despachos privados" y a su gestión "bajo sospecha". Y el portavoz del grupo de Iniciativa, Joan Boada, dijo que su formación tiene "sospechas de incompatibilidades". Joan Ridao, de Esquerra Republicana (ERC), amonestó al Ejecutivo por "haber blindado" durante dos años a Raventós. Los tres grupos coinciden en que el relevo no zanja el debate y exigen más explicaciones al Gobierno de CiU.

A pesar de que Raventós pidió el relevo a finales de mayo, el consejero de Gobernación, Josep Maria Pelegrí, lo ratificó en su cargo durante una comparecencia parlamentaria, la semana pasada. Pelegrí, de cuyo departamento depende el Gabinete Jurídico, estuvo ausente de la reunión de ayer del Consell Executiu al encontrarse de viaje oficial a México.

El portavoz del Gobierno, Felip Puig, se deshizo en elogios hacia Raventós al evaluar de forma "muy positiva" su gestión y calificar de "excelentes" sus relaciones con el Ejecutivo. El conseller en cap, Artur Mas, también elogió su trabajo: "Lo que podía hacer ya lo ha hecho y lo ha hecho muy bien", afirmó en Bruselas.