Un Napster 'legal y físico'
La empresa española Aralia crea el proyecto YourMusic, una máquina que 'construye' CD con las canciones que el cliente elige
Comprar un CD que contenga las canciones que uno quiere escuchar, y no las que ha 'empaquetado' la casa discográfica. Con esta idea simple ha nacido en España un proyecto muy complejo, en cuyo desarrollo se han invertido 180.000 euros, y que trata de crear "un Napster legal y en el mundo físico". Aralia quiere poblar España de máquinas automáticas en las que el cliente puede construir un CD con las canciones que prefiera entre un millón de piezas.
La máquina tiene una base de datos formada por un millón de piezas que provienen de 100.000 discos realizados por 10.000 artistas
La compañía asegura que está en negociaciones "muy avanzadas" con la SGAE, y también trata de llegar a acuerdos con las discográficas
Ya nadie duda que el negocio de la venta de música ha cambiado radicalmente porque la digitalización de la información facilita la copia masiva. El éxito del top manta -venta ilegal de CD piratas-, la irrupción de Napster y el triunfo de tiendas on line como la de Apple indicó a los socios de la compañía española Aralia que hay un buen negocio detrás de la venta de música por vías alternativas. Pero su proyecto partía de dos principios: debía ser legal, y además tendría que construirse en el mundo real, ya que menos del 20% de la población española tiene acceso a la Red en sus hogares.
Con la idea clara, el empresario José Luis Muñoz se puso en contacto con la compañía Impronta, que, entre otros proyectos, ha desarrollado sistemas de venta de entradas a distancia y cajeros automáticos. Los ingenieros de la empresa, también española, idearon entonces un sistema que denominaron YourMusic.
El proyecto funciona de manera muy similar a una máquina de venta de entradas, como las que hay en la puerta de muchos cines. La máquina de YourMusic tiene una pantalla táctil que permite al usuario navegar entre distintas ofertas. Además, puede desplegar un teclado, en la misma pantalla, para buscar canciones en una base de datos formada por un millón de piezas, que provienen de 100.000 discos de 10.000 artistas. El cliente puede construir su propio CD, con el número de canciones que quiera, y el estilo y los cantantes que prefiera. Puede elegir también una carátula, e incluso personalizarla con alguna foto.
Una de las claves de este proyecto está en el precio de las canciones. Aralia baraja una cifra cercana al euro por pieza, aunque la cantidad puede variar si se llega a acuerdos con las discográficas para poner en oferta determinadas canciones. Y es que firmar con las casas de discos es el hueso más duro de roer de todo este proyecto. La compañía está en negociaciones "muy avanzadas" con la SGAE (Sociedad General de Autores y Editores), la entidad encargada de recaudar los derechos de propiedad intelectual de los autores. Con este acuerdo, la empresa podría sacar su proyecto a la calle legalmente. Pero Aralia asegura que quiere firmar con las casas de discos, ya que no se trata de hacerles la competencia, sino de convertirse en un canal alternativo para la distribución musical legal. "Es un eslabón más", asegura Alejandro Santiago, presidente de Impronta y socio del proyecto. "Ésta puede ser una herramienta muy útil para las discográficas, ya que acaba con muchos de los problemas por los la gente está dejando de comprar CD", asegura. El precio de los CD y la falta de flexibilidad que supone tener que comprar un conjunto de canciones agrupadas ha llevado a muchos usuarios a comprar CD ilegales o descargarse canciones de Internet.
La idea de Aralia (www.aralia.net) es desarrollar su proyecto en tres fases. En la primera, que comenzará en el segundo semestre, se invertirán 1,5 millones de euros en el lanzamiento del proyecto y la fabricación de las máquinas por parte de Investrónica, la compañía informática de El Corte Inglés. Aralia instalará estas máquinas en una tienda propia. Después se pondrán en marcha otras tiendas, y más tarde se desarrollaría un sistema de franquicias. Poner en marcha un establecimiento costaría entre 400.0000 y 500.00 euros, y cada una tendría unas veinte máquinas, es decir, "250 metros de tienda significaría tener 250.000 discos, lo que las convertiría en las mayores tiendas de música del mundo", explica Muñoz.
La compañía, que está negociando con un socio para financiar su expansión, pretende cerrar su tercer año con una facturación de 22 o 23 millones de euros.
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