Enel echa un cable a Unión Fenosa
La italiana refuerza su presencia en España y ayuda a su competidora a reducir su deuda
Quiere ser la tercera eléctrica en España y no lo oculta. La italiana Enel, que desembarcó hace año y medio en estos lares con la compra de Viesgo a Endesa, acaba de dar un paso más en su estrategia con su entrada en diversos negocios de producción de Unión Fenosa. La nueva alianza del grupo italiano, que lleva ya invertidos en España 2.456 millones de euros, ha reabierto en los mercados las expectativas sobre una futura entrada de Enel en el capital de Unión Fenosa a través del paquete de control (un 24% ) que mantiene el SCH.
Las alianzas suscritas y la eliminación del blindaje societario en Unión Fenosa facilitan una futura operación corporativa con el grupo italiano
Unión Fenosa (UF) y Enel anunciaron el lunes un acuerdo por el que la española vende a la italiana el 80% de su filial de energías renovables y cogeneración y el 50% de la central de ciclo combinado que está construyendo en Palos de la Frontera (Huelva). Enel echa así un cable a Unión Fenosa, que con estas desinversiones podrá reducir su elevada deuda, y el grupo italiano, que ya es, a través de Viesgo, la quinta eléctrica española incrementa significativamente su capacidad en el mercado español.
España es un objetivo prioritario para el gigante italiano de la electricidad y el gas, que está participado en un 68% por el Estado. De ahí su frustrada puja de hace tres meses para hacerse con Naturcorp, el grupo de empresas gasísticas vascas, la alianza suscrita ahora con UF, y los dos proyectos de Viesgo de incorporar dos plantas de ciclo combinado de 800 megavatios de potencia en Algeciras (Cádiz) y Escatrón (Zaragoza).
Con pies de plomo
Viesgo, que cerró 2002, su primer ejercicio en manos de Enel, con cuotas de mercado del 5,2% en capacidad de producción, del 4,2% en energía generada y del 2,5% en energía distribuida, incorpora ahora con los activos adquiridos a UF 281 megavatios procedentes de energías renovables (que se convertirán en 1.000 en los próximos años) y se asegura otros 1.200 megavatios para mediados de 2005 con la central de Palos.
Sin prisas pero sin pausa y con pies de plomo, dadas las reticiencias del Gobierno español a que grupos extranjeros con participación pública puedan controlar sectores estratégicos nacionales, el grupo italiano -que considera todavía relativamente pequeña su presencia en este mercado- va ganando tamaño y tejiendo alianzas.
El acuerdo suscrito con UF le supone a Enel un pago de 168 millones de euros por el 80% de la filial de energías renovables, valorando la compañía en 178 millones e incluyendo una prima de 10 millones que concede el grupo italiano por la construcción de al menos 300 megavatios hasta el año 2007. Al mismo tiempo, UF pagará a Enel 10 millones por la opción de recompra hasta 2008 del 30% de la citada filial.
La otra operación, la adquisición del 50% de la central de Palos, le va a suponer al grupo italiano un desembolso de 158,5 millones de euros, de los cuales 115 millones corresponden a una suscripción de una ampliación de capital y el resto irán destinados al repago de la deuda existente entre la sociedad de la central y la matriz UF. La inversión total para la construcción de la central será de 520 millones, que será financiada por ambos socios con fondos propios y deuda. Los 158,5 millones que abona Enel son parte de esa financiación.
Pero Viesgo, con una cifra de negocios de 660 millones de euros en 2002 y un plan de inversiones a cinco años de 1.300 millones, está aún muy lejos de alcanzar el tercer puesto al que aspira entre las eléctricas españolas y tiene difícil el lograrlo a corto plazo sin recurrir a alguna operación corporativa. UF aparece, en este escenario, como el candidato ideal, aunque Paolo Scaroni, el consejero delegado de Enel, ha vuelto a reiterar esta semana que no tienen previstos nuevos proyectos con UF.
La eliminación del blindaje del consejo de administración de UF, aprobada también esta semana por su junta de accionistas, facilita sin embargo el posible desembarco de Enel en esta compañía. El anterior consejero delegado del grupo italiano, Franco Tatò, tras la adquisición de Viesgo a Endesa por 2.147 millones de euros, sondeó la estrategia del SCH respecto a su paquete de control en Unión Fenosa. El discurso oficial del grupo italiano, sin embargo, ha sido siempre el negar cualquier intención de desembarco en la citada eléctrica y aducir que su política no pasa por la toma de participaciones financieras o minoritarias en sociedades del sector energético.
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