Afectados por una fuga de gasóleo en Las Rozas piden el cierre de la nave de Talgo

Los propietarios de la finca El Garzo, por donde discurre el arroyo al que fueron a parar el pasado martes unos 2.500 litros de gasóleo, ha pedido el cierre cautelar de las instalaciones de Talgo desde las que se produjo el derrame. La fuga se produjo por una rotura cuando Renfe llevaba a cabo el abastecimiento de gasóleo de dos locomotoras y cinco furgones. Los afectados recuerdan que hace año y medio (en enero de 2002) hubo otro vertido de gasóleo, procedente de la factoría Talgo, al mismo arroyo y llegó al monte de El Pardo.

Uno de los dueños de El Garzo, Alberto de Comenge, explica que ha decidido personarse en el procedimiento judicial abierto debido a que las fugas afectan a su finca. Los efectos del derrame todavía eran palpables ayer. El olor a gasóleo impregnaba el aire en los alrededores del riachuelo y un cordero, intoxicado al beber las aguas contaminadas, yacía muerto en el corral.

De Comenge opina "que las instalaciones no pueden estar bien, ya que en año y medio se han producido dos escapes". Cree que lo más adecuado sería alejar el complejo industrial de estos terrenos, situados en el parque regional de la cuenca del Manzanares.