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PANTALLA INTERNACIONAL

Ang Lee afirma que 'The Hulk' trata de la represión emocional

Las malas críticas marcan el estreno en EE UU de la película

Nunca una campaña publicitaria pudo funcionar peor. El estreno hoy en las pantallas estadounidenses de The Hulk llega acompañado de una cadena de malas críticas. A través de Internet las primeras imágenes de este superhéroe han sido vilipendiadas por todos los aficionados que vieron un anuncio emitido durante la retransmisión de la Super Bowl americana, uno de los momentos de mayor audiencia de la televisión de EE UU. A partir de entonces todo ha ido cuesta arriba para los estudios Universal, que han decidido que la mejor defensa de su gran estreno del verano es dejar que la versión definitiva de La masa llegue a las pantallas como su creador cinematográfico, Ang Lee, la concibió. "Para bien o para mal, todo lo que hay en la pantalla es de mi responsabilidad. No le puedo echar la culpa a nadie. Ni tan siquiera puedo escudarme en el presupuesto porque he tenido todo el que he necesitado", afirmó el realizador nacido en Taiwan durante uno de los primeros pases de esta cinta, cuyo presupuesto parece haber escalado por encima de los 185 millones de dólares.

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Según Lee, The Hulk se hermana con sus anteriores películas, entre ellas Sentido y sensibilidad o Tigre y dragón, y asegura que todas ellas tratan de un mismo tema: la represión emocional. Lee afirma que su película no es de superhéroes, por mucho que su personaje central naciera en las páginas de un cómic de la Marvel en 1962, sino que más bien pertenece al género de horror mezclado con el psicodrama. James Schamus, guionista y coproductor del filme, que ha trabajado con Lee durante toda su carrera, lo ve como un poco de King Kong mezclado con algo de tragedia griega y algo de Frankenstein, aunque su símil preferido es el de La bella y la bestia.

Estos intentos de definir The Hulk no deben de asustar al espectador que busca los efectos especiales: Ang Lee se mudó durante siete meses a Marine County, California, para poder vigilar minuciosamente el trabajo de ILM, la empresa de efectos que dio forma a la masa verde. Lee, de pequeña estatura y 48 años, no dudó en dejar salir toda su furia para explicar a los animadores lo que le pedía a su creación digital. "Siempre que le poníamos pegas nos pedía más y más", recuerda Dennis Muren, supervisor de efectos especiales. Lo mismo ocurrió con los actores, desde el australiano Eric Bana, prácticamente un desconocido que contrató para el papel principal, hasta la ganadora del Oscar Jennifer Connelly pasando por Nick Nolte o Sam Elliot. Todos ellos tuvieron que enfrentarse a un rodaje de más de cien días con planos de más de cien tomas con tal de conseguir el deseo de Lee de "hacer de cada fotograma algo bello". Este fue el planteamiento que hizo de Tigre y dragón, un éxito que, rodado por 12 millones de dólares, logró más de 125 millones de dólares en EE UU, además de diez candidaturas al Oscar, de las que materializó cuatro. Será muy diferente demostrar su triunfo con un personaje tan popular como The Hulk y compitiendo contra Los Angeles de Charlie 2 o Terminator 3 por la porción más grande de la taquilla, por mucho que Lee haya querido hacer "un manjar de la comida basura americana".

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