Lo que queda de Itoiz
Un grupo de miembros del colectivo Solidarios con Itoiz -entre 10 y 12 personas, según el Ejecutivo navarro- lograron ayer paralizar la demolición del pueblo de Itoiz encerrándose en una habitación subterránea habilitada como una especie de búnker dentro del último edificio en pie del pueblo y encadenándose a los muros de la misma casa. Las excavadoras optaron por trasladarse al núcleo de Orbaiz, a apenas un kilómetro, para proseguir la demolición de cuantos pueblos quedarán anegados por las aguas del pantano de Itoiz desde 2004.
Responsables policiales reconocieron que la complejidad del escondite que el grupo construyó durante semanas supone un elevado riesgo para la integridad física de los encerrados si se actúa en el edificio, el caserío Jakue, perteneciente a la familia Belzunegui.
La Policía Foral ofreció atención, agua y alimentos a los encadenados a la espera de la llegada de bomberos especializados, que acudieron a Itoiz a mediodía para acelerar la demolición. El Gobierno foral considera "precaria" la situación higiénica de los encerrados y avisa de "riesgos" para su salud.
Un vídeo rodado por los propios solidarios y emitido ayer por ETB permitió observar algunos detalles de la compleja estructura del búnker, construido durante semanas dentro del edificio. Cableados eléctricos, un equipo de comunicación con el exterior, sistemas de mecanotubo y reforzamiento de estructuras con hormigón forman parte, aparentemente, del montaje.
Puestos en libertad
Todas las personas -19 en total- detenidas el lunes por su resistencia a la destrucción del pueblo han sido puestas en libertad. Los agentes realizaron ayer otras cuatro detenciones.
Los encerrados no son vecinos del enclave. Las cuatro familias propietarias afectadas por las órdenes de desalojo abandonaron sus casas sin problemas y tras recoger el mismo lunes sus últimas pertenencias. Recibirán, según fuentes del Gobierno navarro, 1,4 millones de euros de indemnización en conjunto.
El abogado José Luis Beaumont, portavoz de la Coordinadora de Itoiz, recordó que en septiembre se conocerá el pronunciamiento vinculante del Tribunal Europeo de Derechos Humanos sobre la decisión del Constitucional español que avaló la actuación del Parlamento foral de modificar la ley de espacios naturales para legalizar el embalse. Ese cambio acomodó el embalse a la ley después de que el Supremo declarase su ilegalidad en 1997.A última hora de la tarde, sólo resistían en pie en el horizonte de Itoiz las piedras de la iglesia de Santa Eulalia, del siglo XVI, y el caserío ocupado por los resistentes. Además de Itoiz y Orbaiz, se derribarán edificaciones aisladas de Oroz-Betelu, en la cola de embalse, y de Osa. Desde septiembre, se demolerán los edificios de Muniáin y Artozqui, cuyos habitantes han pactado su desalojo.
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