Vacunas y multas
Después de un mes, por fin ha terminado la estafa de la campaña de vacunación canina organizada como cada año por el Ayuntamiento de Fuenlabrada. Y la denomino estafa y hablo con motivos, ya que he sido una de las ciudadanas, y no la única, que ha sido engañada. Los propietarios de los perros acudieron en masa a beneficiarse de los precios de dicha campaña para atender a sus mascotas.
El centro donde se ha realizado dicha campaña se encuentra en el casco antiguo, calles muchas de ellas peatonales, laberínticas y prohibidas. Después de dar varias vueltas buscando el centro, de retroceder por las calles prohibidas, te encuentras con un coche de Policía Municipal esperando a ponerte la recetita.
Los policías están fuera del coche esperando al incauto que, por llevar a uno o dos perros, por no poder ir andando o por no vivir en la zona, tiene que ir en coche. Aunque cabreada por la multa, pensé que la culpa fue mía, ya que fui por prohibida y le pregunté al agente que cuánto me suponía la multa, y me contesta que él no lo sabía, sólo se limita a ponerla.
Al final dejo el coche y por fin llego al centro, en un principio con cita previa, aunque una vez estás allí el resto de los ciudadanos te informan de que no va por cita, que va por vez. Esperando mi turno comento con un caballero lo que me ha ocurrido con los policías. El coche de la policía llevaba en ese mismo sitio toda la campaña ganando el dinero que había invertido el Ayuntamiento. La bromita me salió cara, pero al Ayuntamiento le salió muy bien, ya que no fui la única que tuvo que pagar una multa por vacunar a mi viejo perro.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.