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Noche de violencia entre serbios y croatas tras una final de waterpolo

Seguidores serbios desbocados atacaron la Embajada de Croacia en Belgrado en la noche del domingo, arrojando piedras y rompiendo su bandera, tras la violenta final del Campeonato de Europa de waterpolo, que jugaron en Kranj, Eslovenia, las selecciones de Serbia y Croacia. La noche de vandalismo se saldó con docenas de heridos y detenidos en Kranj, Belgrado y la ciudad serbia de Novi Sad (norte).

El partido, que ganó el equipo serbio por 9 a 8 tantos, quedó empañado por incidentes violentos que trajeron a la memoria el odio étnico de años de guerra en la antigua Yugoslavia. La policía eslovena tuvo que luchar contra los seguidores croatas que invadieron las zonas reservadas a la prensa y a las personalidades, destrozaron el estadio, hirieron a dos miembros del equipo serbio y forzaron a la cancelación de la ceremonia de entrega de medallas.

Las imágenes televisivas enfurecieron a los seguidores en Serbia, que atacaron la Embajada de Croacia en Belgrado. En Novi Sad, la policía empleó porras y disparos para dispersar a los vándalos, que rompieron cristales y farolas. Croacia, que el mes pasado había dado el significativo paso de retirar la obligatoriedad del visado para los serbios, convocó al embajador de Belgrado para protestar por el ataque.

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