El déficit exterior se dispara un 126% por el mal año del turismo y las importaciones

El desequilibrio exterior de la economía española se agudiza. En el primer trimestre, el déficit de la balanza corriente (saldo comercial, de servicios, rentas y transferencias) alcanzó 5.504,9 millones de euros, un 126% más que igual periodo de 2002. El estancamiento del saldo positivo por turismo (apenas creció un 0,1%) y un aumento de las importaciones (9,4%) bastante superior al de las exportaciones (5,9%) explican este deterioro. Las causas son la subida de precios del petróleo, la crisis internacional, la apreciación del euro y el diferencial de precios entre España y sus competidores.

Los datos ofrecidos ayer por el Banco de España reflejan un fuerte crecimiento del déficit acumulado de la balanza por cuenta corriente en el primer trimestre del año. Este resultado ya podía preverse después de que los datos de la contabilidad nacional publicados días atrás apuntaran que la balanza comercial había tenido un impacto negativo de nueve décimas en el crecimiento económico del primer trimestre.

Las causas de este deterioro son variadas. La revalorización del euro, el encarecimiento del petróleo, el alto diferencial de precios que la economía española mantiene con sus socios europeos y el mayor crecimiento económico han castigado las exportaciones y elevado las importaciones. A ello se ha unido la crisis internacional y su efecto negativo sobre el turismo.

El resultado es que el déficit por cuenta corriente alcanzó 5.504,9 millones de euros en el primer trimestre del año, frente a 2.431,8 millones de igual periodo de 2002, es decir, un 126% más. El aumento del déficit de la balanza comercial y el estancamiento del superávit por turismo explican este resultado.

El déficit comercial se colocó en 7.936,4 millones de euros hasta marzo, con un crecimiento del 9,4% en las importaciones (42.445,7 millones) frente al aumento del 5,9% en las exportaciones (34.509,2 millones). En cuanto a los servicios, el superávit de la balanza de turismo y viajes se situó en 5.101,5 millones de euros, apenas un 0,1% sobre el mismo periodo del año anterior.

No sólo los movimientos de bienes y servicios ayudaron a este deterioro de las cuentas exteriores de la economía española. La balanza de rentas que se explica en los movimientos de dinero que realizan los emigrantes aumentó de forma significativa su saldo deficitario en el primer trimestre hasta 3.905,1 millones, 1.200 más que marzo de 2002.

El único apartado que registró un aumento favorable para las cuentas españoles es el correspondiente a la balanza de transferencias cuyo saldo positivo fue de 2.250,8 millones, por encima de los 2.217,5 millones registrado en el idéntico periodo del pasado año. La principal partida de esta balanza son las transferencias de capital recibidas de la Unión Europea, que se situaron en 1.819,4 millones de euros, casi 200 millones más que los contabilizados en 2002.

Falta de ahorro

La economía española muestra también una mayor necesidad de financiación externa que hace sólo un año. Este dato arrojó un volumen de 3.685,6 millones de euros, cinco veces más que las cifras correspondientes al pasado año. Esto significa que la economía española no genera suficiente ahorro para financiar su inversión y necesita apelar al ahorro exterior.

Dentro de la cuenta financiera se produjeron inversiones directas en la economía española por importe de 4.498,2 millones, mientras que las realizadas desde España hasta el exterior ascendieron sólo a 26,6 millones. El saldo fue, por tanto, de 4.471,6 millones favorable a la entrada de capitales.

Por último, las inversiones de cartera o financieras registraron un flujo neto de salida de 14.504,2 millones, cuatro veces más que las realizadas en el mismo periodo de 2002. Los españoles compraron activos en el extranjero por valor de 20.842,5 millones.