Pujol lamenta la política de pactos de Esquerra, pero confía en una alianza tras las autonómicas

CiU califica de "deslealtad" la negativa de ERC a formar mayorías municipales con CiU

Madrid / Barcelona - 17 jun 2003 - 00:00CEST

Jordi Pujol lamentó ayer la apuesta de pactos municipales de Esquerra Republicana (ERC), que, aseguró, se ha inclinado por apoyar a socialistas e Iniciativa antes que por formar mayorías nacionalistas con Convergència i Unió (CiU). No obstante, el presidente catalán se contuvo en sus críticas y lanzó pullas moderadas contra los republicanos ya que "la política de pactos en otoño está abierta" y no sabe "lo que hará Esquerra" tras las elecciones autonómicas. Pujol hizo estas declaraciones en Madrid, donde inauguró una agrupación de militantes de CiU.

La ejecutiva de los nacionalistas abundó ayer en la tesis de Pujol y constató que de los 118 ayuntamientos donde eran posibles mayorías aritméticas de CiU y ERC, tan sólo funcionó en 31. En el resto, los republicanos optaron por sumar sus votos a socialistas e Iniciativa. Una actuación de los republicanos que Pere Macias, secretario general adjunto de CiU, calificó de "deslealtad".

Para ejemplificar la actitud positiva de CiU respecto a los pactos municipales, Pujol reveló en una entrevista a la cadena CNN + que CiU obligó al alcaldable de El Vendrell a renunciar a su candidatura para así no salir elegido con los votos del único concejal de la xenófoba Plataforma por Cataluña.

Pujol, que afronta ya la recta final de su larga carrera política, se mostró muy confiado con las expectativas electorales de la formación que ha dirigido los últimos 20 años, pese a que CiU ha perdido más de 400 concejales y 66 alcaldías, 25 de las cuales en poblaciones de más de 1.000 habitantes. Dio por frenada la caída electoral de la federación nacioalista, que atribuyó en parte a los pactos con el PSOE y el PP en los últimos 10 años -"hicimos lo que debíamos. Por responsabilidad con Cataluña y con la gobernabilidad en España", comentó-. Y apuntó a remontar, tanto que ironizó con el resultado de las elecciones del Barça. Si allí ha ganado el más joven y la novedad, en la política catalana la novedad es su candidato, Artur Mas, frente a Maragall, "que lleva 20 años en primera fila". De las elecciones, dijo que serán "en octubre o noviembre", y confió en que no se solaparán con las madrileñas ni con las andaluzas.

"Es problema del PSOE, no del PP"

Jordi Pujol se refirió ayer por primera vez a la crisis de la Asamblea de Madrid. Primero, en tono muy serio, sostuvo que "éste no es un problema del PP, sino del PSOE y de la democracia, porque crea una imagen muy negativa de la política". Y luego, en tono más distendido, concluyó que "la política es una actividad humana, y tiene estas cosas".

Pujol no quiso entrar a criticar al PP, ni siquiera después de las últimas informaciones que establecen ciertos vínculos entre dirigentes de este partido y los empresarios de la construcción relacionados con los diputados fugados. Hasta tres veces dijo que es un problema del PSOE, que es quien debe encontrar la solución. Los demás partidos deben limitarse, en su opinión, a decir que "lo correcto" sería que los dos diputados díscolos devolvieran su acta.

A partir de aquí empezó a ironizar. Estos escaños, en esa hipótesis ideal, deberían ser ocupados por otros dos diputados "de confianza, digámosle normales". Algo que es para el líder de CiU poco probable, porque si esa solución es la que indica "la ética democrática", todo apunta a que en este caso "no estamos en el terreno de la ética". Esto es, el presidente autonómico catalán se apunta a la tesis de que hay algo más que política detrás de la decisión de los dos diputados. Tanto que más tarde, cuando se le preguntó si una situación así podría producirse en Cataluña, un tanto molesto apostó por la ironía: "No ha pasado y no quiero pensarlo. Pero si sigue la prensa europea verá que estas cosas se producen. La política es una actividad humana y tiene estas cosas. Hay muchos intereses en juego".

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