Sevilla, 15.000 pisos o un parque

En Sevilla ganó las elecciones el PSOE, que ha formado equipo de gobierno con el apoyo de los tres concejales de IU. El paradigma de lo que supone en materia urbanística este pacto es la dehesa de Tablada, un antiguo aeródromo militar que constituye la mayor bolsa de suelo virgen de la ciudad.

El Ministerio de Defensa sacó a subasta estos terrenos en 1998. Fueron adquiridos por las dos cajas de ahorros sevillanas, El Monte y Caja San Fernando, por 57,5 millones de euros. El Banco de España calificó la operación de "alto riesgo y especulativa". En abril de 2001, el Ayuntamiento -encabezado por el socialista Alfredo Sánchez Monteseirín- anuncia su intención de expropiar Tablada. Unos meses más tarde, ocho grupos inmobiliarios le compran a las cajas las 356,8 hectáreas de la dehesa por 82 millones.

En diciembre del año pasado, la corporación municipal aprobó el documento de Avance del nuevo Plan de Ordenación Urbana, en el que el antiguo aeródromo se perfila como un gran parque en el que cabe casi de todo, menos viviendas. Mediante uno de los últimos acuerdos plenarios del mandato recién terminado, se pidió a la Junta de Andalucía que declare la dehesa espacio natural protegido destinado a uso recreativo. La propuesta salió adelante con los votos de PSOE, IU y PA y la abstención del PP, que entendía que en Tablada "caben muchas cosas".

Aún no se atrevían los populares a vincular la palabra "vivienda" con la dehesa, una asociación por la que sí apostaron ya abiertamente durante la campaña electoral. Naturalmente, con el apoyo de los propietarios del suelo, que, mientras el Ayuntamiento avanzaba hacia el gran parque, organizaron una espectacular campaña de presión. Encargaron a siete grupos de arquitectos, entre ellos, Oriol Bohígas y Antonio González Cordón, el diseño en el antiguo aeródromo de una ciudad de unas 15.000 viviendas con campo de golf, una instalación náutica, pabellones deportivos, zonas comerciales, de ocio y equipamiento privado.

Y organizaron una rueda de prensa casi por semana en la que los arquitectos en persona presentaron sus proyectos y los promotores desgranaron las "posibilidades" residenciales de la dehesa, con la esperanza de que las autoridades municipales acabaran sucumbiendo.

"Hemos salvado Tablada". Fue una de las primeras reacciones de la candidata de IU, Paula Garvín, la misma noche electoral, una vez comprobado que los resultados electorales favorecían un pacto entre el PSOE y la federación de izquierdas y bloqueaban el acceso al gobierno del PP y del Partido Andalucista (PA). Este último había tenido la llave del Ayuntamiento durante los últimos 12 años. Los andalucistas impulsaron desde la delegación de Urbanismo la expropiación de la dehesa, pero ni PSOE ni IU se fiaban de que una posible alianza con los populares no les hiciera replantearse su veto al uso residencial de la dehesa de Tablada.

El pacto de gobierno firmado el pasado viernes por las dos fuerzas de izquierdas incluye entre sus 12 acciones prioritarias la de convertir Tablada en un gran parque. "El reflejo de Doñana en Sevilla, el mejor legado que podemos dejar a nuestros hijos", según definición del alcalde.

El pacto entre PSOE e IU recoge también medidas que pueden afectar a otro de los proyectos urbanísticos estrella de la corporación anterior y, sobre todo, del PA. Se trata de Puerto Triana, un gran centro comercial y de ocio en la zona sur de la isla de la Cartuja, sobre parte de los terrenos de la Expo 92.

Desde que se anunció el proyecto, cuyo diseño recayó en el arquitecto Ricardo Bofill, el grupo municipal de IU comparó la "especulación salvaje" de este caso con el de Tablada. Para empezar, "el mismo reparto de actores, el Estado, las cajas y el PA", subrayaban desde IU.

Patrimonio del Estado vendió el suelo a Agesa por poco más de 3,5 millones de euros. Agesa es una sociedad también estatal, que ofreció una opción de compra por 24 millones a Puerto Triana, SA, entre cuyas accionistas están, como en Tablada, El Monte y Caja San Fernando. Pero para que el proyecto avance, el terreno debería ser recalificado mediante un convenio entre la Junta, el Ayuntamiento y Agesa.