Armas de destrucción masiva
Señor Aznar, ¿durante cuánto tiempo cree usted que puede pretender engañar a los ciudadanos de este país? Ahora resulta que usted no dijo nunca que en Irak había armas de destrucción masiva. Le recuerdo que hay constancia de sus palabras en el Parlamento. Ahora es el momento de coger el metro y tomar medidas, unas medidas que pasan por admitir su error y pedir disculpas. Si lo hace, estoy seguro de que la ciudadanía se lo agradecerá profundamente.
En el caso de que usted opte por aquello de "sostenella y no enmendalla", mucho me temo que, en un corto espacio de tiempo, las cañas que usted alzó se vuelvan lanzas que hurguen en lo más profundo de las conciencias de este país. Sinceramente, señor Aznar, espero que su conciencia le haga admitir su error.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.