Pego convierte el fin de Carlos Pascual en la alcaldía en una fiesta de la democracia
Cerca de 400 corporaciones locales cuentan con gobiernos de mayorías absolutas
Pego vivió ayer una "fiesta de la democracia". El independiente Carlos Pascual fue desalojado de la alcaldía tras ocho años en el gobierno, los últimos cuatro con mayoría absoluta, por la unión de las tres fuerzas de la oposición: PP, PSPV y Bloc. El popular Carmelo Ortolà será durante cuatro años el nuevo primer edil del municipio alicantino, con el apoyo de socialistas y nacionalistas. En su primer discurso como alcalde, Ortolà enfatizó que el nuevo gobierno garantiza la "transparencia", el "respeto a la libertad de las personas", y la vuelta a la "normalidad democrática".
Los miembros del nuevo gobierno coincidían en afirmar que el de ayer era "un día histórico", por el "inicio de un cambio" en las formas de gobernar el Ayuntamiento y el retorno de "la tranquilidad social" al municipio. Atrás quedaban dos mandatos plagados de conflictos y polémicas por la particular forma de gobernar del ex alcalde independiente. De Carlos Pascual son las frases: "cada vez que tú me cabreas me da un orgasmo", "tu madre te tuvo que parir a cuatro patas", o descalificaciones como "maricón", vertidas contra los miembros de la oposición durante sesiones plenarias, que en los últimos años se convocaban a las siete de la mañana. Los juzgados acumulan más de medio centenar de denuncias y querellas por insultos, abusos de autoridad e intentos de agresión física. Pero no sólo de la oposición, sino también de los miembros de la plantilla de la Policía Local, del sepulturero municipal (que llegó a ponerse en huelga de hambre tras ser expedientado sin empleo y sueldo por el alcalde), de agentes de la Guardia Civil y de vecinos.
El PP presidirá el Ayuntamiento de Benicarló tras el fracaso del acuerdo entre socialistas y nacionalistas
El socialista Pascual Azorín retiene la vara de mando en Elda pero gobernará en minoría
El PSPV consigue la alcaldía de Benicàssim tras la negativa de dos ediles del PP a votar al grupo de independientes
La sala de plenos del Ayuntamiento de Pego estaba ayer abarrotada a las 10 de la mañana, hora prevista para el inicio del acto de investidura. Cerca de un millar de vecinos siguieron la sesión en la plaza situada frente al edificio consistorial. Algunos de ellos lo hacía a través de transistores ya que el pleno fue retransmitido por la radio local. Un pequeño grupo acudió para respaldar al equipo saliente, pero la mayoría de personas que se encontraban en el salón de plenos abucheaba e increpaba a los concejales del grupo independiente cada vez que eran nombrados. El público estalló en aplausos cuando el popular Carmelo Ortolà fue proclamado nuevo alcalde. En la calle, 20 agentes policiales custodiaban la entrada al edificio. Carlos Pascual abandonó el Ayuntamiento bajo un chaparrón de insultos y la fiesta por la democracia concluyó con el lanzamiento de cohetes.
Como en Pego, ayer se constituyeron más de 500 corporaciones locales en la Comunidad, 386 gobernadas con mayorías absolutas. Los pactos postelectorales decantaron, sin embargo, un buen número de alcaldías en los 155 municipios con mayorías simples. En la provincia de Alicante, a excepción de Elda -el socialista Pascual Azorín fue elegido alcalde sin los votos de EU-L'Entesa- y L'Orxa -el PP, con sólo dos concejales y el apoyo de L'Entesa, presidirá el Consistorio-, no hubo sorpresas. En Dénia, la socialista Francisca Viciano, es la nueva alcaldesa con el apoyo del Bloc. En la ciudad de Alicante, Luis Díaz Alperi anunció una política de continuidad a la vez que acusó a la oposición de boicotear la acción del gobierno mediante recursos a los tribunales. El candidato del PSPV, Blas Bernal, declinó valorar el discurso de Alperi, pero sí "lamentó" su decisión de vetar su intervención y la de la candidata de EU en el pleno. Alperi contestó que "esa posibilidad [la intervención de los candidatos de la oposición] "no es una obligación, sino una potestad, que tampoco ejerció el PSPV antes". En rueda de prensa, Bernal dio a conocer el discurso que tenía previsto ofrecer en el pleno, y que incluía una propuesta para desbloquear el polémico proyecto del palacio de congresos.
En Valencia, arropada por José Luis Olivas, presidente en funciones de la Generalitat y su sucesor en el cargo, Francisco Camps, la alcaldesa del PP, Rita Barberá, destacó el futuro de Valencia como punto neurálgico del arco mediterráneo y reivindicó la dignidad de la mayoría de los políticos en una velada referencia al escándalo en la Asamblea de Madrid. La alcaldesa acabó con una cerrada defensa de la Constitución ante "las tentaciones soberanistas y de autodeterminación o de asimétricas federaciones". El jefe de la oposición, el socialista Rafael Rubio, le ofreció su colaboración para sacar adelantes proyectos que beneficien a Valencia pero anunció una postura firme ante políticas que no garanticen la educación, la seguridad o el bienestar de de los ciudadanos. La mayoría de los 33 ediles juraron o prometieron sus cargos en valenciano.
En Gandia, localidad en la que el conserva la alcaldía tras la renuncia de su cabeza de lista Pepa Frau, un grupo de simpatizantes del PP intentó boicotear la toma de posesión del presidente de la corporación, José Manuel Orengo. Los manifestantes, agolpados en la sala trasera de plenos, increparon a los socialistas y a los nacionalistas del Bloc por prestarles sus votos. Los socialistas recuperaron también, después de un paréntesis de ocho años, la alcaldía de Sagunto.
Algo parecido sucedió en Castellón. El presidente provincial del PP, Carlos Fabra, perdió la oportunidad de que el PP participara en dos equipos de gobierno, el de Nules y el de Benicàssim, municipios en los que había intensificado su esfuerzo para alcanzar pactos. En Benicàssim, el cabeza de lista del PP, Javier Asín y otro edil del PP rompieron la disciplina de voto para otorgar la alcaldía a un grupo independiente, la Asociación de Residentes de Benicàssim (ARB). Asín votó a su propio grupo y Francesc Colomer se alzó como alcalde de Benicàssim con el apoyo de los seis concejales socialistas y los ediles de L'Entesa y el Bloc. En Benicarló no funcionó el pacto global del PSPV-Bloc y el candidato del PP, Jaime Mundo, consiguió la alcaldía.
Esta información ha sido elaborada por Eva Batalla, Santiago Navarro, Cristina Vázquez, María Fabra, Lucía Gadea y Miguel Ángel Campos
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