Máximo en solitario

Las bolsas europeas abrieron esta última sesión de la semana con la confianza puesta en una coyuntura que les había sido favorable, en buena parte por el impulso dado por Wall Street. Ayer, sin embargo, fue el giro que dio este mercado el que impuso la retirada de beneficios en la mayoría de los mercados.

La Bolsa española fue la única que escapó a la orientación dominante en la jornada, marcando nuevos máximos anuales gracias a la evolución particular de unos cuantos valores.

El Ibex 35 subió el 0,12% y cerró en 6.857,20 puntos, el tercer máximo anual consecutivo, mientras que el índice general de la Bolsa de Madrid subía el 0,18% para cerrar en 716,27.

La contratación en el Mercado Continuo descendió respecto del día anterior, hasta situarse en 1.758,55 millones de euros, con poco más de 100 millones aportados por las operaciones institucionales.

El primer dato económico del presente mes, el avance sobre la confianza de los consumidores en Estados Unidos, ha sorprendido a los analistas con un retroceso de 4,9 puntos, cuando las expectativas apuntaban a una subida de 1,3. Para un mercado que ha estado apoyando sus recientes avances en los índices de expectativas, el cambio de actitud impuesto por los consumidores estadounidenses supone un importante paso atrás y deja en el aire todo lo conseguido hasta ahora.

La mayoría de los mercados europeos terminó la sesión a la baja arrastrados por la caída de Wall Street en la apertura. París cedió el 1,37%, Francfort perdió el 1,58% al cierre y Londres bajó el 0,65%.

Otro dato que afectó a la Bolsa de Estados Unidos, referido a la economía real, fue el índice de precios a la producción del mes de mayo, con un descenso de 0,3 puntos debido a la lentitud de recuperación del consumo. Con estos planteamientos, el índice Dow Jones de valores industriales perdía el 1,10% a media sesión, aunque el recorte podía ser perfectamente achacable a una retirada de beneficios.