La fiscal del 'caso Brouard' dice que Masa era el nexo entre Morcillo y los mercenarios

La Fiscalía y la acusación particular adjudicaron ayer, en la última sesión del segundo juicio por el caso Brouard, al acusado Rafael Masa un papel de nexo de unión entre los mercenarios que mataron al pediatra y dirigente de HB y la persona que supuestamente los contrató, Luis Morcillo, acusado de ser coautor del crimen. El letrado acusador, Txema Montero, llegó a asegurar que Masa, teniente coronel de la Guardia Civil en la reserva, "se postuló" para ascender en aquella época (1983 y 1984) poniendo sobre la mesa la muerte de Santiago Brouard. "Entonces la gente ascendía y se hacía rica por méritos de guerra, de guerra sucia, y Masa pudo también postularse llevando su aportación: el asesinato de Brouard", dijo el letrado, en una trama incipiente del futuro GAL verde, en alusión al instituto armado.

La fiscal y la acusación particular destacaron en sus informes la falta de investigación policial. Ambas partes subrayaron la figura del confidente del comisario del caso, Antonio Rosino, gracias a cuyos soplos estuvo a punto de detenerse a los mercenarios en Madrid en diciembre de 1984. La fiscal recordó que cuando Rosino solicita a sus superiores dinero para el confidente, algún "infiltrado" (presuntamente Masa) se da cuenta de que el confidente podía ser Alberto Granados, asesinado en 1985. Ésta es la otra conexión con Rafael López Ocaña, condenado como coautor del crimen, y su hermano Miguel Ángel, asesino del confidente.

La detención se desbarata al final cuando el primer fiscal del caso, Emilio Valerio, remite a Defensa e Interior oficios en los que pide información de la "posible intervención o conocimiento previo del CESID o la Guardia Civil" del crimen. Las tres defensas resaltaron la "inexistencia total" de pruebas. Al final, Masa proclamó su inocencia, Morcillo dijo que jamás ha "matado ni a una mosca" y el ex policía José Amedo agradeció a la familia Brouard su "generosidad" por retirar los cargos contra él.