_
_
_
_
PROGRAMAS

La batalla de SCO contra Linux se endurece con la intervención de otras compañías

Novell y SCO se disputan la propiedad intelectual de Unix. SCO ha advertido a 1.500 empresas de que no pueden usar el sistema operativo creado por Torvalds ya que plagia el código de Unix

La compañía de Utah SCO ha enviado 1.500 cartas a otras tantas compañías para advertirles de que dejaran de usar Linux porque este sistema operativo abierto incluye plagios del código fuente del sistema operativo Unix cuyo copyright, sostiene SCO, tiene la compañía. Esta carta vino precedida por una acción judicial contra IBM por un millón de dólares y similares razones.

Desde entonces, no pasa semana que no dé noticias sobre esta batalla a la que se van sumando distinto tipo de actores.

Lo último, por ahora, ha sido la victoria de LinuxTag, un grupo alemán promotor de Linux, que indujo la semana pasada a que SCO cerrara temporalmente su sitio en Internet alemán tras conseguir que un juez aceptara sus argumentos de que el mensaje enviado a 1.500 empresas "intimida a los clientes, perjudica la reputación de las plataformas abiertas" y daña a los competidores con "reclamaciones no justificadas". SCO había retirado cautelarmente del sitio la famosa carta, pero una orden judicial más contundente aconsejó a la compañía cerrar temporalmente la web.

Más información
Extremadura exporta a Brasil su experiencia en el uso público del 'software libre'
IBM contraataca en la guerra de Linux y demanda a SCO por violación de sus patentes
SCO vende en Internet permisos para utilizar Linux
SCO::
NOVELL::
IBM::
MICROSOFT::

IBM y Microsoft

La noticia de la carta enviada por SCO coincidió en el tiempo con que Microsoft había adquirido una licencia de UNIX a SCO para, según la firma de Bill Gates, mejorar la interoperabilidad de su sistema operativo Windows con Unix y respetar las licencias existentes. Sin embargo, muchos analistas vieron en este movimiento un apoyo de Microsoft a la batalla abierta por SCO. Se da la circunstancia de que en 1997, SCO y Microsoft cerraron una disputa por los royalties que SCO había pagado a Microsoft por tecnología de Xenix, una versión de Unix para ordenadores personales que Microsoft había desarrollado en la década de 1980.

Hace 15 días, el máximo responsable de Novell, Jack Messman, envió una contundente carta a SCO para advertirles de que carecía de fundamento su reclamación porque es Novell la que retiene los derechos sobre Unix y que el acuerdo con SCO de 1995 consistió únicamente en licenciar su comercialización. Messman asegura que SCO lo sabe porque no ha cesado de enviar cartas pidiendo a Novell la transferencia de sus derechos sobre Unix. SCO replicó que la versión de Novell era falsa. Novell y ATT, el creador original del programa Unix hace más de 30 años, todavía detentan alguna patente sobre Unix, argumentaron, pero SCO "tiene todos los derechos y el control sobre el copyright y contratos". La semana pasada, SCO desveló un anexo de 1996 al contrato de 1995 que, según la compañía, refuerza sus argumentos.

Novell advertía a SCO de que su campaña para "amedrentar" a los ususarios de Linux puede crear serios perjuicios en ventas, lugares de trabajo, retraso de proyectos, cancelación de financiación y balcanización de la comunidad Linux. Novell está interesada en el futuro de Linux. Su nueva versión del sistema operativo NetWare está basado en Linux. La reacción de Novell fue recibida por la comunidad Linux con alborozo. Bruce Perens, defensor de los programas de código abierto, declaró a Cnet que Novel había frenado a "un parásito".

La consultora Forrester ha analizado el caso y asegura que el legítimo objetivo de SCO de hacer dinero con su propiedad intelectual ha sido eclipsado por su campaña de cara a ganar visibilidad y valor de adquisición. Forrester aconseja a las compañías no abandonar sus desarrollos sobre Linux por temor a las acciones legales que anuncia SCO, porque ésta no puede litigar contra todas e IBM, que está en los tribunales, ya se encargará de la defensa.

SCO acusa, entre otras conductas, a IBM de aprovechar secretos comerciales de Unix para aplicarlos en Linux, unos secretos que, según SCO, conoció en un proyecto conjunto, Monterrey, para desarrollar una versión de Unix que mejorara el trabajo con procesadores Itanium de Intel. Uno de los debates más vivos en la Red consiste en precisar hasta qué punto hay secretos comerciales en Unix. Su código fuente se ha utilizado en el aprendizaje universitario y sus tripas algorítimas se han documentado en muchos trabajos. Empresas como IBM y HP comprometieron más de 2.000 millones de dólares en desarrollos y servicios sobre Linux el año pasado.

Una larga historia

La historia de Unix es compleja. Creado hace más de 30 años en los laboratorios de ATT, esta compañía vendió los derechos sobre el mismo a Novell, que, a su vez, licenció derechos a SCO. La amplitud de esta venta es una de las disputas que ahora ha reverdecido.

En la década de 1990, Linus Torvalds empezó a desarrollar Linux con la colaboración de miles de programadores en la Red y bajo la inspiración del Proyecto GNU -acrónimo recursivo de "GNU No es UNix"- de crear un sistema operativo al estilo de Unix, de código abierto y libre.

Caldera International, un distribuidor de Linux, adquirió SCO y el año pasado cambió el nombre de su compañía al de SCO ya que los principales ingresos provenían de la cartera de la antigua SCO y no de su mercado sobre Linux. De hecho, abandonó la comercialización de Linux y ha tomado la bandera de sus derechos sobre Unix. SCO, tras años de pérdidas, ha reportado en el segundo trimestre fiscal unos ingresos de 21,4 millones de dólares y unos beneficios de 4,5.

El sitio de Internet de SCO sufrió semanas atrás un ataque de denegación de servicio. El propio padre de Linux, Linus Torvalds, que no ve ninguna racionalidad en la conducta de SCO, ha criticado que la legítima defensa de la comunidad linuxera derive hacia ataques informáticos de este tipo, cuya autoría no se ha aclarado.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_