Una fiesta de música, fuego y brujas cierra el festival Eclèctic
El encuentro, que acabó ayer con Carlos Núñez, tuvo 60.000 espectadores
El festival Eclèctic quiso anticiparse en su clausura al solsticio de verano con una fiesta de música, fuego y brujas, que cerraron anoche en Valencia el gaitero Carlos Núñez y la cantante irlandesa Eimear Quinn. Fiel a su nombre, Eclèctic ha presentado desde principios de mayo en la Ciudad de las Artes y las Ciencias las actuaciones estelares de Carmen Linares y Björk, cantos tibetanos o acróbatas brasileños para más de 60.000 personas en total.
Inmerso en el Akelarre programado como fin de fiesta, Carlos Núñez se mostró ayer "encantado" de celebrar "un viaje futurista hacia el pasado", que empezó mediada la tarde con la apertura de un mercado esotérico y una "cantina del fuego eterno", donde se servían comidas y bebidas supuestamente basadas en recetas mágicas de brujas. Todo ello confluía en un mismo espacio al aire libre, en torno al Museo de las Ciencias, con público haciendo cola ante adivinadores de diferentes mancias y pequeños espectáculos en la misma onda de diferentes características: títeres jocosamente diabólicos, duendes y ninfas del bosque, el montaje de fuego y colores de la compañía La Salamandre y la "convocatoria a las brujas", que tocó en suerte a la percusiva Banda del Surdo. Fueron unas horas de animación con tintes fantásticos que sirvieron de aperitivo a la actuación del gaitero vigués Carlos Núñez, a punto de rodar su nuevo nuevo álbum, Almas de Fisterra, por Extremo Oriente, y la cantante irlandesa Eimear Quinn, que desde que ganó el Festival de Eurovisión en 1996 ha sabido desarrollar una fructífera carrera artística.
El concierto de música celta que puso broche mágico al festival Eclèctic se celebró junto al estanque del Museo de las Ciencias, en similar escenario al que el viernes de la semana pasada ofreció Björk ante unas 20.000 personas, según las cifras facilitadas por la organización del festival. En conjunto, de acuerdo con la misma fuente, cerca de 60.000 espectadores han asistido a los diferentes espectáculos programados por Eclèctic desde el pasado 10 de mayo. Acorde con el eclecticismo enunciado en el título del festival, la oferta ha estado caracterizada por la diversidad. Desde el estreno de la nueva producción de El amor brujo de Falla, presentada por la cantaora Carmen Linares y la Orquesta Sinfónica de Valencia en la noche inaugural, que atrajo a 8.000 aficionados, al pop electrónico de Björk, conciertos ambos celebrados al aire libre, pasando por las tres actuaciones del ciclo denominado Cielos del mundo (música tibetana, andina y del Japón cortesano) que se celebraron en el interior de L'Hemisfèric diseñado por Calatrava. El brasileño Circo da Madrugada, con su sorprendente mixtura de danza, funambulismo, contorsionismo y potente música, redondeó la variedad del programa propuesto, que ha permitido a miles de aficionados asistir a varios espectáculos inéditos, al menos en esta plaza, de forma gratuita.
Babelia
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