El perito judicial cree "clarísimo" que Rontealde causó el escape tóxico mortal

El perito judicial que investigó el escape tóxico registrado en Barakaldo en 1994, del que se culpa a la empresa química Rontealde, declaró ayer que "está clarísimo" que esta factoría causó la emisión contaminante y descartó cualquier otro responsable. "Tengo un 100% de seguridad de que la emisión procedió de Rontealde. No puede haber ninguna otra causa", dijo José Luis del Val, doctor en Ciencias Químicas, quien censuró la carencia de datos aportados por la empresa para esclarecer el suceso, manifestó que no entendía "la prisa para poner en marcha" la planta aquel 21 de octubre de 1994.

El testimonio del perito, junto al ofrecido hace dos semanas por tres técnicos del Departamento de Industria, ha sido el más contundente en el juicio que se celebra desde el mes pasado en la Audiencia de Vizcaya por el primer caso en España de un presunto delito ecológico con resultado de muerte. Tras el escape, un vecino de Barakaldo falleció y una veintena más tuvo que ser atendida en centros sanitarios por problemas respiratorios. La vista estuvo ayer suspendida dos horas por las negociaciones entre defensa y acusaciones para intentar llegar a una sentencia consensuada. Pero la defensa de los procesados -tres directivos de Rontealde- rechazó la petición de bajar las penas de cárcel, que el fiscal ha fijado en tres años para cada uno.

Del Val, quien realizó el informe en 1996, se ratificó en que las emisiones de dióxido de azufre superaron 12 veces los niveles legales y que se produjeron en el momento del arranque de la planta química, a las ocho de la mañana de aquel día. "La nube tóxica aparece a la media hora y empieza a descender desde el momento en que para la planta [sobre las nueve] hasta que a las diez y media se normaliza la situación". Por ello y las características del escape, calificó de "imposible" que otras empresas de la zona fueran las responsables.

El perito sostuvo que la baja temperatura del horno de Rontealde causó el suceso. "Se tenía que haber esperado", aunque por dos veces dijo que fue "una cuestión de mala suerte".

Los cinco peritos de la defensa indicaron que Rontealde carece de la capacidad de contaminación que se produjo y cuestionaron el informe de Del Val. Aseguraron que los datos de los sensores del Gobierno vasco no pueden ser atribuidos a un solo foco contaminante.