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Balza asegura que subir el sueldo a los 'ertzainas' hubiese supuesto más inseguridad

El consejero no negociará "con presiones" y cifra la inversión en seguridad en 60,5 millones

El consejero de Interior, Javier Balza, dijo ayer que podía haber resuelto la pugna "exclusivamente salarial" que mantiene con los sindicatos de la Ertzaintza subiendo el sueldo a los agentes, pero ello hubiera supuesto víctimas. "Podíamos haber dedicado el dinero de los blindados para aumentar los salarios. Entonces no tendríamos conflicto, pero tendríamos más muertos", dijo.Javier Balza reiteró en la Comisión de Interior de la Cámara en varias ocasiones el riesgo real de que los terroristas de ETA atenten contra agentes de la policía vasca, al tiempo que criticaba la "estrategia dañina" de las centrales al mezclar su "legítima" reivindicación de subida salarial con la supuesta falta de seguridad para forzar una "estrategia de conflicto". "Es una estrategia muy dañina en estos momentos en este país porque podemos tener un atentado mañana", dijo.

En su comparecencia detalló las medidas de seguridad adoptadas por su departamento desde que se firmó el Acuerdo de Arkaute, en noviembre de 2001, y la inversión realizada entre ese año y 2002 y la comprometida para este ejercicio, que cifró en total en 60,5 millones de euros. "Hemos invertido dos prestiges", dijo gráficamente, en alusión al dinero que ha supuesto para las instituciones vascas la recogida de chapapote.

En una comparecencia en la que repitió en numerosas ocasiones el riesgo "real" que existe de atentados contra la policía vasca, Balza desgranó lo que considera casi un 100% de cumplimiento del citado acuerdo, cerrado con todos los sindicatos policiales tras el asesinato en Beasain de dos patrulleros de la Ertzaintza.

Pese a reiterar que el nudo del conflicto con las centrales es salarial, el consejero no quiso jugar en ese campo -ha mantenido varias veces que la Ertzaintza es la policía "mejor pagada de todo el Estado"- como le exigieron los parlamentarios del PP y el PSE-EE. Pero dejó clara su estrategia a los sindicatos: "No vamos a negociar con presiones. Cada uno en su sitio", avanzó, al tiempo que dijo que "no puede ser que te tiemblen las piernas" porque "no se resuelven los conflictos cediendo más". Concluyó aseverando que no hay flexibilidad por parte sindical y recalcando: "Firmaré [el convenio] con el sindicato que sea".

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