"La automatización de esta vía se había adjudicado el pasado mes por 30 millones"
El ministro de Fomento, Francisco Álvarez-Cascos, atendió ayer por la tarde a EL PAÍS por teléfono y desde Chinchilla, lugar al que llegó de madrugada para coordinar los trabajos de auxilio a las víctimas de un choque frontal de trenes. "Todas los tareas con víctimas son dramáticas, pero si además hay tareas de identificación llenas de incertidumbre, como en este caso, la carga emocional es mucho mayor", señaló.
Pregunta. ¿Sabe cuántas personas han muerto?
Respuesta. Las cifras que estamos barajando son las siguientes. El número de billetes que Renfe tiene acreditados como vendidos son 86. Además de los dos maquinistas del mercancías y el maquinista, el interventor y el mecánico del Talgo había 86 pasajeros y el camarero. De esos 87, 38 han sido atendidos como heridos de diversa consideración; 30 están dados de alta, entre ellos el camarero; quedan ocho hospitalizados, con tres de ellos clasificados como graves. Hay otros 27 pasajeros con nombres y apellidos que han sido declarados ilesos. En total 65 localizados. Faltan 22 hasta sumar los 87. Tenemos una llamada de una chica que tenía billete y que no ha subido al tren y puede haber alguien que no se haya identificado.
P. Aunque pueda resultar prematuro a escasas 24 horas de ocurrido el accidente, ¿ha sacado alguna enseñanza de lo ocurrido?
R. Lo que se diga hoy tiene un valor muy relativo. Me importa más explicar todo lo que estamos haciendo que anunciar nuevas medidas. Es verdad que cada accidente aporta una experiencia y nuevas enseñanzas y creo que tenemos que extraerlas. Sin perjuicio de que todo lo que habíamos dicho antes sigue siendo una referencia. La automatización del sistema de bloqueo entre Chinchilla y Cartagena se licitó en febrero y se adjudicó el pasado mes a Dimetronic por 30 millones de euros. Espero que se le dé un valor a ese esfuerzo de modernización, que estaba en marcha antes de que ocurriera el accidente. Ante la conciencia de cada uno de nosotros la tiene.
P. España tiene casi el 75% de su red ferroviaria de vía única y casi la mitad con un sistema de bloqueo telefónico que data de 1942. ¿Esta situación no es un inconveniente para garantizar la seguridad de los pasajeros?
R. En estos siete años se ha aumentado en 900 kilómetros la red que posee bloqueo automático en vía única y sumando en vía doble creo que son 1.300 kilómetros. Todo me parece poco. Mientras que nos quede un solo kilómetro, quedará lejos de nuestros objetivos. Alemania tiene 18.000 kilómetros de vía única y Francia 13.000. Comprendo que en España a todos nos apetezca. Fíjese si pudiera presumir de haberlo conseguido. Pero le recuerdo que vía única sigue siendo un concepto de capacidad no de seguridad. En la red de carreteras, por ejemplo, si es una carretera regional tiene limitaciones de velocidad, rayas continuas, el nivel de seguridad es teóricamente el mismo. Le recuerdo además como anécdota ilustrativa que los dos alcances que se produjeron en el Euromed fueron por error humano al rebasar la señal de control automático.
P. ¿Ha tenido ocasión de hablar con el jefe de circulación de la estación de Chinchilla al que una nota de Renfe atribuye el error que ocasionó el accidente?
R. Yo no. Esta pasada madrugada, los servicios más cercanos a sus funciones tuvieron la primera conversación con él. Hay que señalar, no obstante, que la primera conversación con el jefe de circulación, que está bajo los influjos de la emoción, no se considera relevante. Pero hay un dato importante que es independiente del testimonio del jefe de circulación. Teniendo en cuenta que los semáforos sólo se accionan manualmente y se ha comprobado que funcionan las balizas de bloqueo, si el semáforo hubiera estado en rojo, el tren saldría de la estación con el semáforo en rojo y la primera baliza lo hubiera parado. Los técnicos no tienen la menor duda de que el Talgo salió de la estación de Chinchilla con el semáforo en verde.
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