Aznar asegura que el accidente ha sido "un fallo humano que, desgraciadamente, puede ocurrir"
"Todo indica y todo apunta a que desgraciadamente ha sido un fallo humano y un error humano, que puede ocurrir desgraciadamente, el que ha motivado el accidente" de tren de Chinchilla (Albacete), aseguró ayer José María Aznar. El presidente del Gobierno se paró un momento con los periodistas al llegar al Centro Cultural de Belem, en Lisboa, donde acudió a participar en el Comité Ejecutivo de la Internacional Demócrata de Centro (IDC).
Aznar contó que había retrasado su llegada a Lisboa para acudir antes a Albacete a interesarse por las tareas de rescate de las víctimas y la recuperación de los heridos. "He tenido la oportunidad y he querido visitar el lugar del accidente y agradecer a todas aquellas personas que están trabajando para superar el terrible accidente", relató Aznar antes de calificar de "trabajo realmente admirable" las tareas de rescate de las víctimas entre el amasijo de hierros en que han quedado convertidos los dos vagones más afectados por el choque y el trabajo de apoyo a los familiares.
Aznar afirmó que en Albacete se había interesado por el estado de los heridos, "que afortunadamente es cada vez más favorable", y trasladó sus "condolencias a todas las familias y a todas las personas que han sufrido por este accidente". El presidente, por último, agradeció el trabajo de los bomberos, de Protección Civil, de la Guardia Civil y de todos los que están colaborando en ayudar a las víctimas.
El vicepresidente primero del Gobierno, Mariano Rajoy, manifestó ayer que le parece "muy injusto que se le impute" al Ejecutivo el accidente ferroviario, y criticó la actitud de los partidos de la oposición y los sindicatos que, a su juicio, "siempre que se ha producido una desgracia en los últimos tiempos, van a ver qué provecho político pueden sacar".
El presidente de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, calificó de disparate el hecho de que dos trenes choquen en un país civilizado, y añadió que en "España, cada vez que se produce un accidente, no se puede hablar de nada porque te acusan inmediatamente de utilizar a los muertos". "¿Cómo es posible que los trenes no tengan un sistema de radar o GPS que facilite que cualquier fallo humano pueda corregirse inmediatamente con un sistema de alerta que haga posible que las máquinas se paren?", se preguntó Ibarra.
El presidente de Castilla-La Mancha, José Bono, manifestó ayer que lo primero que hay que hacer es prestar toda la ayuda necesaria, y después habrá tiempo de pedir responsabilidades. "Hoy a Cascos
le veo como una persona que está mal y que después de los familiares es el que más está sufriendo. Lo que debe escuchar es la palabra solidaridad y luego ya se hablará de causas y repercusiones".
Izquierda Unida pidió la comparecencia en el Congreso de los Diputados del ministro de Fomento y del presidente de Renfe, Miguel Corsini, para que expliquen el accidente. La coalición liderada por Gaspar Llamazares denuncia que la señalización en la estación de Chinchilla es "anacrónica, y que Renfe tiene paralizadas las inversiones anunciadas y previstas en los presupuestos".
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