Niños sin plaza

Somos padres de niños de tres años que se han quedado sin plaza para el próximo curso 2003-2004 en el colegio público Ángel Ganivet, situado en la barriada de Sevilla-Este. La situación es la siguiente:

La Delegación Provincial de Educación de Sevilla tiene previsto instalar aulas prefabricadas en este centro para dar cabida a dos unidades de Infantil de tres años. Se trata, sin duda, de una solución de parcheo que poco tiene que ver con la teórica segunda modernización en la que supuestamente está inmersa Andalucía; pero, al menos, se plantean soluciones provisionales a la escolarización en esta primera etapa de la educación.

Sin embargo, la sorpresa de muchos padres ha sido que, una vez adoptada la decisión de instalar caracolas, en lugar de crear tres unidades de tres años, sólo se habilitarán dos unidades, con lo que alrededor de una treintena de niños se queda sin plaza en este colegio.

Los padres creemos que, con un pequeño esfuerzo añadido de la administración y del centro, se podría haber cubierto el 100% de la actual demanda de tres años en esta zona.

Aunque conocemos la situación de saturación que padece el CP Ángel Ganivet, creemos que no se debe desatender la demanda real de plazas para tres años. La creación de tres aulas para el curso 2003-2004 no compromete la planificación futura del colegio, ya que existen ya tres unidades de cuatro años y el centro cuenta con tres líneas. Con esta oferta y con las plazas sobrantes en el CP Híspalis, la administración cubriría al 100% la demanda en esta etapa y evitaría, de esta forma, un problema grave al conjunto de los padres, siempre que se garantice el transporte adecuado de los alumnos a este segundo centro situado en la misma área.

Creemos que las autoridades educativas sí están obligadas política y moralmente a escolarizar a los alumnos de tres años, porque ése ha sido su compromiso reiterado y largamente aplazado y porque así está previsto en la Ley de Calidad para la Educación. De hecho, en la actualidad ya no existen plazas en guarderías públicas o concertadas para niños de esta edad y las ayudas económicas del Gobierno para madres trabajadoras desaparecen cuando los hijos cumplen los tres años. Y todo ello, porque se supone que éstos tienen ya a su disposición una plaza escolar gratuita.