Los líderes del G-8 quieren reformar los mercados de trabajo
Chirac lanza un mensaje al Banco Central para que rebaje los tipos
Los miembros del G-8 han decidido dar un impulso político a las reformas estructurales de los mercados de trabajo, productos y capitales, y a la puesta en práctica de nuevos sistemas de pensiones y de salud. El presidente de Francia, Jacques Chirac, explicó ayer que se ha alcanzado un compromiso para "mantener la estabilidad de los tipos de cambio" y señaló que si bien "los tipos de interés son muy positivos, pueden serlo todavía más para estimular la inversión", un "delicado" mensaje, según los expertos, a Wim Duisenberg, presidente del Banco Central Europeo (BCE), entidad que mañana debatirá la posibilidad de un nuevo recorte.
En la presentación de las conclusiones escritas de la presidencia francesa, Chirac ha subrayado el carácter de foro político mundial que ha asumido la cumbre del G-8. "Nuestras conversaciones con los dirigentes de los países emergentes y en desarrollo, así como con el presidente de la Confederación Helvética y los responsables de la ONU, del Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y la Organización Mundial del Comercio, nos han permitido un intercambio de puntos de vista sobre el tema del crecimiento y de la cooperación internacional".
Según señalan las conclusiones, "ciertos riesgos mayores de caída" que amenazaban a la economía mundial -no identificados en el texto- "se han reducido y se dan las condiciones para una recuperación". Al tiempo que se reafirma el compromiso de impulsar las negociaciones comerciales, los países han acordado llevar adelante "políticas macroeconómicas sanas de apoyo al crecimiento asegurando la sostenibilidad interna y externa de las economías".
Este lenguaje para iniciados, empero, pasa, en román paladino, un programa concreto. "Nuestra contribución debe poner más fuertemente el acento en las reformas estructurales y la flexibilidad", señala, y reafirma el compromiso para "poner en práctica reformas estructurales en los mercados de trabajo, productos y capitales; la implementación de reformas en los sistemas de pensiones y de salud, frente al problema común del envejecimiento de las poblaciones; aumentar la productividad a través de la educación; fortalecer la confianza de los inversores privados mediante la mejora del sistema de gobierno en las empresas, destacando la disciplina del mercado y una mayor transparencia".
Al someterse a las preguntas de la prensa, Chirac explicó que existen razones "para ser razonablemente optimistas" sobre la evolución de la situación económica. "Primero, la incertidumbre de la guerra de Irak es cosa del pasado; segundo, el precio del petróleo, que había subido mucho, se ha reducido; los tipos de interés están a niveles muy positivos y pueden mejorar todavía más para incitar a la inversión", dijo.
Comportamiento psicológico
Según Chirac, "hay un elemento suplementario: la economía es comportamiento psicológico. Naturalmente, también son los datos. Pero el comportamiento se basa en la confianza. Y ahora los inversores y consumidores saben que se han eliminado incertidumbres y que nuestras políticas son coordinadas y coherentes. El mensaje es, pues, muy claro". ¿Riesgos de deflación, una caída generalizada de los precios con consecuencias recesivas? "No lo veo. Ninguno de los jefes de Gobierno ni de Estado, que a la hora de hablar dejaron a un lado sus papeles, cree que existe un riesgo de deflación. Ni en Japón ni en Alemania".
Chirac señaló que los responsables de los Gobiernos habían analizado la situación de los tipos de cambio entre las principales monedas. "Si les dijera a ustedes lo contrario, no me creerían. Hemos considerado la evolución de las principales divisas y cada uno ha expresado que la estabilidad de los tipos de cambio es esencial para lograr el crecimiento", confesó.
La reforma de los mercados ha pasado, pues, a ser el compromiso central de los grandes países industrializados, tras el impulso de la reforma laboral por el canciller alemán Gerhard Schröder y el nuevo plan de pensiones que intenta sacar adelante el Gobierno francés de Jean-Pierre Raffarin. Ayer, al explicar que la cumbre ha sido importante, el primer ministro de Canadá, Jean Chrétien, dijo:
"Para mí fue interesante hablar con Schröder de su ansiedad por el enfrentamiento con el partido socialdemócrata alemán, el domingo pasado. Tenía que decirles que estaba contra la pared. Yo le expliqué que a mí me pasó algo parecido en 1995 cuando asumí el cargo de primer ministro y tuve que adoptar medidas de austeridad. Yo no sabía si iba a sobrevivir, pero era lo que debía hacer. Y sobreviví en 1997 y en 2000".
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