Un sórdido embrollo
OCTAVI MARTÍ | París
En febrero de 2002, un tribunal de la ciudad francesa de Toulouse condenaba a 20 años de cárcel a Patrice Alègre, culpable de cinco asesinatos y seis violaciones de las que las víctimas siempre fueron prostitutas. Durante el proceso permaneció impasible, sólo enfureciéndose cuando su padre -un policía jubilado- testificó en su favor. "Te odio. Si pudiese te mataría", le gritó Alègre.