El Parlamento limita la iniciativa sobre los sueldos de los concejales a una nueva ponencia
El Parlamento acordó ayer la constitución en el seno de Eudel de una ponencia que regule la situación de los concejales en aspectos como las liberaciones y sueldos, lo que supone una notable rebaja de la propuesta inicial que había realizado el PSE al pleno de la Cámara. El acuerdo contó con el apoyo de todos los grupos menos el de la ilegalizada Batasuna, que votó en contra.
Los socialistas habían incluido en su iniciativa de forma expresa la liberación, total o parcial, de los portavoces municipales y compensaciones económicas para los concejales de todas las localidades, regulado todo ello por una ley específica.
La proposición pretendía "dignificar y apoyar" el trabajo de los ediles, además de reforzar su seguridad, ya que en muchos municipios de Euskadi los concejales, sobre todo los de la oposición, "no cuentan con los medios necesarios, ni pueden desarrollar su trabajo con normalidad debido a la amenaza terrorista".
El planteamiento inicial de los socialistas, defendido por su portavoz, Rodolfo Ares,
se encontró con el rechazo del grupos del tripartito, que, con todo, dejaron un espacio al entendimiento siempre y cuando la cuestión fuese reconducida al seno de Eudel.
Durante la defensa de su propuesta, Ares dibujó el difícil panorama al que se enfrentan diariamente cientos de concejales: "Ha habido ediles y puede haberlos en el futuro que son despedidos por tener que estar en su trabajo con escolta. Y a otros no se les puede garantizar su seguridad, aunque tengan escoltas, porque las condiciones de sus trabajos les impiden variar horarios".
El portavoz socialista puntualizó que su partido había optado por llevar esta cuestión al Parlamento ante la pasividad de Eudel en este terreno.
Coincidencias
El portavoz del PNV, José Antonio Rubalkaba, rebatió a Ares con el argumento de que Eudel ya trabajó en su momento sobre la posibilidad de liberar a los portavoces y que incluso se puso un texto sobre la mesa, que al final el PSE rechazó por insuficiente. "La última palabra la debe tener Eudel. Ya existe un camino trazado y si hay que buscar más acuerdos debe ser en ese terreno de juego", indicó Rubalkaba. Tanto él como el parlamentario de EA Rafael Larreina coincidieron con Ares en la importancia de dignificar y reforzar la seguridad de los concejales, lo que al final posibilitó el acuerdo.
El debate no estuvo exento de tensión, cuando Jon Salaberria, de Sozialista Abertzaleak, acusó a PP y PSE de presentarse como víctimas al hablar de sus alcaldes y concejales amenazados cuando ambos partidos "niegan los derechos de Euskal Herria como pueblo". Gonzalo Machín, del PP, le replicó que no existe mayor violencia en Euskadi que secuestrar a un edil y matarle 48 horas después, en alusión al asesinato de Miguel Ángel Blanco. Este debate se produjo antes del atentado de Sangüesa.
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