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Las sospechas de los médicos por posibles malos tratos son ciertas el 40% de las veces

Un test confirma los casos de violencia doméstica antes de que se hayan denunciado

Ginés Donaire

Las consultas de los médicos de familia andaluces se han convertido en un elemento clave para la detección precoz de los casos de violencia doméstica. Así, cuando los médicos sospechan que uno de sus pacientes puede ser víctima de violencia domestica, se le somete a un test para ver si esa sospecha es cierta. Gracias a los protocolos de atención implantados en todos los centros de salud para detectar el maltrato se ha confirmado que en el 40% de los casos las sospechas de los médicos son ciertas. Lo más importante es que esta detección se produce antes de que la víctima haya acudido a la justicia.

Este dato se conoció ayer en el 14º Congreso de la Sociedad Andaluza de Medicina Familiar y Comunitaria, que se celebra desde el jueves y hasta hoy en Jaén con la asistencia de unos 600 médicos de familia andaluces. El presidente del comité organizador del congreso, Eduardo Sánchez, destacó la eficacia de los tests puestos en marcha el último año por los grupos de investigación de los médicos de familia.

El impacto en la salud de las mujeres que sufren situaciones de violencia doméstica y abuso sexual fue el tema abordado en una mesa redonda en la que participaron la directora del Instituto Andaluz de la Mujer (IAM), Teresa Jiménez, el defensor del pueblo andaluz, José Chamizo, y el médico forense Miguel Lorente. Este último, autor del libro Mi marido me pega lo normal, reconoció que hasta ahora apenas se ha avanzado en este campo desde la sanidad, "porque la violencia contra la mujer se ha contextualizado casi siempre como un problema básicamente jurídico".

Lorente recordó que la Organización Mundial de la Salud (OMS) definió en 1996 la violencia como un problema de salud pública, por lo que, a su juicio, es preciso abordar este tema "como si fuera una enfermedad, porque las manifestaciones de esa violencia suponen un menoscabo del estado de salud de esas personas".

Por su parte, Chamizo, demandó una legislación integral para abordar el tema de los malos tratos y, sobre todo, que el maltratador que no entra en prisión tampoco vuelva nunca a su domicilio. "Quien nunca debe salir del domicilio es la mujer y sus hijos porque se produce un desarraigo y hay que salvaguardar el supremo bien del menor".

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