"Sin la guerra, el resultado habría sido mejor"
Francisco de la Torre (Málaga, 1942) no oculta su satisfacción por haber ganado las elecciones al frente de la candidatura popular al Ayuntamiento de Málaga. Ha habido encuestas en los últimos meses en las que el PP perdía la mayoría absoluta, pero al final ha sacado una cómoda mayoría de 17 concejales, dos menos de los que consiguió Celia Villalobos en 1999. El PSOE ha subido de nueve a 12 e IU ha pasado de tres a dos. Ahora, el alcalde prepara su discurso de investidura para el 14 de junio y dice que tiene decidido su equipo, a excepción del papel que tenga el número dos de su lista y presidente provincial, Joaquín Ramírez.
Pregunta. ¿Vamos a ver ahora a un alcalde más decidido?
"Mi estilo trata de ser como el del presidente de Castilla La Mancha, José Bono"
"La relación con la Junta será más fácil si dejan de trabajar como oposición municipal"
Respuesta. Más decidido, no. Pero sí, con más estímulo y con más sentido de la responsabilidad.
P. Se lo digo por su fama de dubitativo...
R. Eso es algo que no se corresponde con la realidad. He tomado, a veces, decisiones importantísimas en pocos minutos.
P. ¿Ha tenido tiempo de decidir cuál va a ser su equipo de gobierno?
R. Sí, pero no lo diré hasta el día 14.
P. ¿Qué novedades de organización habrá?
R. Vamos a tener una concejalía específica de Turismo, para estimular el desarrollo de este sector en Málaga. Creemos que hay un campo enorme para el turismo cultural, de ferias y convenciones, de deportes, de idiomas...
P. También se habla de un departamento dedicado a la igualdad de oportunidades para las mujeres.
R. Será un área que dependerá directamente de la Alcaldía. Quiero que todo el Ayuntamiento sea activo para recordar los cambios que mentalmente tenemos que hacer en la vida diaria, para ir practicando y creyendo en un papel más pleno de la mujer en la sociedad.
P. ¿Será Joaquín Ramírez de primer teniente de alcalde?
R. Eso está por definir. Hemos hablado muy poco del asunto. Era el candidato del PP a la presidencia de la Diputación y pienso que tiene allí un papel fundamental, de control.
P. Es lo que dijo Celia Villalobos de Vázquez Alfarache, cuando éste perdió la presidencia de la Diputación en 1999.
R. No quería imitar a nadie. Además, Ramírez puede tener dedicación exclusiva en la Diputación o compartir su función de jefe de la oposición con un papel en el Ayuntamiento.
P. ¿Ustedes se llevan bien?
R. Hay una relación cordial y de plena colaboración. Desde que llegué a la Alcaldía he procurado que hubiera una normalización y una fluidez de las relaciones entre el partido y el Ayuntamiento.
P. Ha comentado que era "muy humano" que Villalobos recordara que ella sacó dos concejales más. ¿Qué significa eso?
R. Que la gente tiende a hacer esas cosas. No digo que sea bueno, ni malo.
P. Ha encabezado la lista por primera vez. ¿Cuál ha sido su experiencia personal?
R. Ha sido muy grata la experiencia, por el calor, apoyo y cariño de la gente. Me siento obligadísimo no sólo con el casi 50% de los electores que nos han votado, sino con todos los ciudadanos de Málaga.
P. ¿Temió en algún momento perder la mayoría absoluta?
R. Sinceramente, no. Aunque hubo encuestas que nos daban menos de 16 concejales, siempre la valoración de la gestión era muy positiva. Incluso nos aprobaban los votantes de todos los partidos.
P. Sin Prestige, sin decretazo, sin boda de la niña de los Aznar y, sobre todo, sin la guerra, ¿los resultados habrían sido mejores?
R. Creo que los resultados habrían sido mejores. Aunque a nivel nacional el PP ha tenido un resultado espléndido.
P. En los últimos meses ha protagonizado algunas peleas institucionales con la Junta. ¿Vamos a tener ahora un alcalde más afable?
R. Esto depende en gran medida de la lealtad de la Junta. La relación será más fácil si dejan de trabajar como oposición municipal. Hace unos meses dijeron unas burradas tremendas sobre el urbanismo de Málaga. Quiero unas relaciones cordiales y normales, aunque no deje de recordarle a la Junta la necesidad de una descentralización. Defiendo los intereses de Málaga, a veces no es que esté en contra de la Junta, es que estoy a favor de Málaga.
P. Monteseirín también está a favor de Sevilla cuando pide el estatuto de capitalidad.
R. Eso va en contra de Sevilla, porque provoca rechazo hacia Sevilla como capital en toda Andalucía.
P. Parece que piensa que toda la culpa de las tibias relaciones la tiene la Junta.
R. Es que cuando le decimos que la depuradora del Guadalhorce, que inauguró el presidente Chaves en 2000, olía muy mal y no estaba terminada, no estamos en contra de la Junta. Tampoco cuando pedimos el soterramiento del metro, ni cuando ofrecemos el edificio de La Coracha para albergar los cuadros del museo de Bellas Artes, hasta que se abra en la Aduana.
P. Pero, ¿no cree que la deslealtad institucional es un deporte nacional, que practican todos los partidos de este país?
R. Estoy de acuerdo. Pero mi estilo trata de ser como el del presidente de Castilla la Mancha, José Bono, que decía que aunque era de un partido distinto al del Gobierno había firmado no sé cuántos convenios. Suscribo sus palabras en lo que tienen de relaciones normales. ¿Eso quiere decir que hay que responder siempre que sí? No. Cuando se hace una cosa bien o va rápido, perfecto. Cuando no se hace, pues no. En el Palacio de Ferias he visto críticas constantes, cuando estábamos haciendo un papel de sustitución de la iniciativa autonómica.
P. Su última petición a la Junta de Andalucía sobre el metro era el soterramiento por Teatinos. Pero no lo he visto en el programa electoral.
R. No recuerdo si está escrito, pero es un compromiso formal. He hablado del tema desde el primer debate electoral.
P. Eso debe costar un dineral.
R. No tanto. Hay soluciones que oscilan entre los 6 y los 18 millones de euros.
P. En el programa también se promete un paseo marítimo corrido de punta a punta de Málaga. Pero eso no es posible.
R. Está claro que en la zona desembocadura del Guadalhorce, que es una zona húmeda protegida, tendrá que volverse hacia el interior y pasará cerca del yacimiento fenicio.
P. Le han acusado de inaugurar como alcalde muchas obras que no había iniciado usted, pero ahora tiene por delante un mandato lleno de grandes proyectos, que son nuevos. ¿A Málaga le esperan cuatro años estupendos?
R. En 2007 las dos primeras líneas del metro estarán funcionando o terminándose. Estará terminado el Auditorio, para el que vamos a convocar un concurso internacional. También llegará el AVE soterrado. Nos disponemos a hacer 38 aparcamientos en los barrios y el parque fluvial del Guadalhorce. El museo de Bellas Artes estará en La Aduana y el Arqueológico en La Trinidad. Y para el verano de 2005 debe terminarse La Rosaleda.
P. ¿Sabe cómo se terminará de financiar la obra?
R. Quiero retomar el diálogo con las instituciones, sobre la base del suelo ofrecido por la Diputación.
P. Y con todo esto ¿se ve presentándose a la reelección con 64 años?
R. Esa cuestión no se planteará hasta el 2007.
P. Pero, desde un punto de vista teórico, ¿los 64 años le parecen una buena edad para un alcalde?
R. Conozco dirigentes en tareas más complicadas con más años. No es cuestión de edad, sino de mantenerse en buena forma mental y física.
P. ¿Y usted sigue haciendo natación?
R. Sí, aunque no diariamente. Pero estoy dispuesto a hacerlo a diario...
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