El PSE descarta pactos globales en las instituciones con populares y peneuvistas

Los socialistas vascos cerraron ayer la puerta a un acuerdo global con el PP para asegurar la gobernabilidad de las instituciones forales y municipales en juego en Euskadi. El PSE abordará la negociación en cada territorio y en cada municipio y primará los intereses particulares, abriendo así el paso a pactos con el PP, con independientes o a gobiernos en minoría, en clara alusión a San Sebastián. El líder del PSE, Patxi López, dijo que "no renunciaba a nada" y fijó su objetivo en lograr el mayor número de alcaldes socialistas. Pero rechazó acuerdos con el PNV mientras no aparque el plan Ibarretxe.

El secretario general de los socialistas vascos valoró muy positivamente que el PSE-EE sea de nuevo la segunda fuerza más votada en Euskadi tras las elecciones del pasado domingo. "Somos la segunda fuerza a 40.000 votos del PP. Hemos obtenido unos 32.000 votos más que en las elecciones de 1999, tres puntos por encima en porcentaje. Y mientras el PP y el PNV pierden cada uno algo más de 100.000 votos frente a las autonómicas de 2001, el PSE es el único partido que gana apoyos: unos 5.000 votantes", apuntó en un somero repaso de los resultados electorales.

Los socialistas han defendido en privado durante la campaña que un pacto global con el PP no era posible, entre otras cosas, porque eso limitaba al PSE en su carrera por convertirse en la "fuerza que lidere la alternativa al nacionalismo". Y sobre todo porque, con las elecciones generales a la vuelta de la esquina (2004), había que seguir profundizando en remarcar las diferencias con los populares, pese a mantener con ellos las señas de identidad de formación constitucionalista y amenazada por los terroristas.

"Frentes y trincheras"

Los buenos datos, sobre todo en Guipúzcoa y Álava, aunque empañados por las dificultades que tendrá el PSE para alcanzar, primero, y gobernar después las alcaldías de la Margen Izquierda, refuerzan al PSE como alternativa a los nacionalistas. Y también, recalcó ayer el líder del PSE, su política de tender puentes en favor del "entendimiento", frente a los que apuestan por "los frentes y la trincheras". Es lo que el propio López bautizó como la "nueva etapa del socialismo vasco" al acceder a la secretaría general, en el congreso extraordinario de marzo de 2002.

Al informar ayer de la reunión celebrada la víspera por la Comisión Ejecutiva, señaló que la coordinación de los posibles pactos recaerá sobre las ejecutivas de Euskadi y las provinciales, pero que "en cada territorio y en cada municipio" sus representantes tendrán manos libres para negociar en base a propuestas y programas concretos. López tiene previsto reunirse mañana con los alcaldables para tratar sobre los pactos y el abanico de posibilidades que hay sobre la mesa. "Dijimos que íbamos a hablar con todos y vamos a hablar con todos. Los socialistas vascos no renunciamos a nada", aseguró.

Sin embargo, hay una fuerza con la que el PSE descarta llegar a un acuerdo mientras no aparque sus planes soberanistas: el PNV. Algunos de sus representantes y futuros diputados generales, como el de Vizcaya, José Luis Bilbao, ha reiterado ya que su prioridad política al frente de la Diputación va a ser el plan Ibarretxe. En ese sentido, el líder del PSE reiteró que el acuerdo con el PNV "depende de ellos". "Conocen cuáles son nuestras bases para el acuerdo y una de ellas es más Estatuto". Y dijo que, si su prioridad es impulsar el plan de Ibarretxe, "nos podemos ahorrar el viaje los dos".

Con independientes

El PSE reduce las posibilidades de pactar al PP, con otras fuerzas, con independientes o haciendo gobiernos en minoría. Pero, fuentes de la dirección subrayan que hay diferentes fases a la hora de las instituciones. "Quien quiera pactar con nosotros ahora todo, el acceso a las alcaldías, las diputaciones o la futura gobernabilidad de las diferentes instituciones, se equivoca", indican fuentes de la dirección. Sin acuerdos globales, los socialistas piensan que primero hay que abordar cómo se facilita el acceso a los constitucionalistas en algunas alcaldías en donde la suma PP-PSE es imprescindible. Sería el caso de la alcaldía de Vitoria en favor del popular Alfonso Alonso, o de ayuntamientos de la Margen Izquierda como Santurtzi, Portugalete y Barakaldo, o de Guipúzcoa como Rentería, Zumarraga y Andoain.

López abrió la posibilidad a cerrar acuerdos con candidaturas independientes. Es el caso, por ejemplo, de Sestao, donde la suma de socialistas y los tres ediles de la candidatura Vecinos por Sestao (VPS) le posibilitaría al PSE mantener la alcaldía.

En el caso de las diputaciones, el único acuerdo posible está en Álava, dado que la coalición PNV-EA ha logrado mayoría absoluta en las otras dos.

López habló ayer de exigir "contrapartidas" si finalmente Javier Rojo no es el nuevo diputado general de Álava, en donde la lista que encabezaba ha quedado en tercer lugar por detrás de PNV-EA y del PP.

La propuesta de la dirección será debatida por el Comité Nacional el próximo jueves.