Vodafone reduce pérdidas un 39%, pero no computa el fracaso del UMTS

Vodafone, la operadora de telefonía móvil más grande del mundo, logró reducir sus pérdidas en su último ejercicio fiscal 2002-2003 (cerrado el pasado 31 de marzo) un 39,2%, hasta los 9.819 millones de libras (13.570 millones de euros).

La operadora británica ha decidido no computar la previsible pérdida de valor de las licencias de telefonía móvil multimedia UMTS en distintos países, por considerar que recuperarán la inversión multimillonaria realizada cuando se lance la nueva telefonía que permitirá la transmisión de vídeos y la navegación rápida por Internet, que ya arrastra un considerable retraso.

La mayor parte de los grandes operadores europeos -Deutsche Telekom, Telefónica, Telecom Italia, KPN, Sonera, entre otros- reflejaron en las cuentas de su último ejercicio la devaluación de sus licencias, lo que les ocasionó pérdidas históricas.

Al margen de extraordinarios, los ingresos del grupo crecieron un 33%, hasta los 30.375 millones de libras (41.978 millones de euros), y los beneficios operativos aumentaron un 36%, hasta los 8.429 millones de libras (11.649 millones de euros).

Vodafone continuó realizando importantes adquisiciones como la compra de porcentajes minoritarios de sus filiales en Alemania y España (2.050 millones de euros), Holanda, Portugal y Suecia (1.467 millones), el 15% de Cegetel (1.938 millones) o China Mobiles (709 millones).

La multinacional, que opera en 36 países del mundo, logró aumentar su base de clientes hasta los 119,7 millones, frente a los 101,1 que tenía hace un año. Para el presente ejercicio fiscal, la firma espera que tanto el número de abonados como los ingresos crezcan un 10%, según aseguró el máximo ejecutivo de la compañía, Christopher Gent.

La operadora confía especialmente en los nuevos servicios (datos, mensajes multimedia, etcétera) que comercializa a través de Vodafone Live!, y que le han permitido que ya un 14,6% de la facturación corresponda a servicios distintos de voz, gracias al millón de clientes de usuarios.

Lanzamiento

Por su parte, en España la firma superó los 9 millones de clientes a finales de marzo pasado, un 15% más que hace un año, consiguiendo mejorar su cuota de mercado hasta el 26,3% del total, frente al 25,8% de hace un año. Pese a ese aumento, que se hizo notar más en los clientes de prepago, se mantuvo el ingreso medio por abonado (ARPU) en los 30,97 euros mensuales, según aseguró el consejero delegado, Francisco Román.

Los resultados de la filial española no se dieron a conocer, puesto que la multinacional sólo desagrega los datos de las participadas que cotizan en Bolsa, y tan sólo adelantó que los ingresos crecieron un 16,3%.

Román dijo que confía en que en la primavera del próximo año puedan lanzarse en España los nuevos servicios de UMTS, aunque recordó, en consonancia con lo que ya han dicho Telefónica Móviles y Amena, que dependerá de la disponibilidad de terminales y también de su precio. Para el desarrollo de nuevos servicios, y en particular de UMTS, se ha comprometido a invertir 400 millones de euros este año.