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El PP convierte su techo en suelo electoral

El PSPV, con 870.589 votos, queda lejos de su mejor marca, los 982.567 apoyos de 1983

Miquel Alberola

Con 1.144.110 votos, el PP se ha convertido en el partido más votado en unas elecciones autonómicas de la Comunidad Valenciana, aproximándose al hito que estableció en las generales de 2000, en las que obtuvo los más altos resultados de la formación -1.267.062 sufragios, 52,7% del censo- y en las que concurren otros estímulos electorales. El PP rompe su techo alcanzado en las autonómicas de 1999, fijado en 1.085.011 votos, e invierte una tendencia en la que ya sólo le cabía ir bajando hasta cruzarse con el ascenso de su principal adversario, el PSPV, que con 870.589, queda lejos de su máximo resultado, logrado en 1983 con 982.567 apoyos.

Si se comparan los resultados obtenidos en las elecciones autonómicas con los de las municipales (1.051.075), el PP arranca 92.435 votos más en el Parlamento que en los consistorios. También el PSPV inclina su balanza en las Cortes (870.589) respecto a los municipios (855.001) con 15.588 votos, y lo mismo hace L'Entesa, que ha obtenido 153.496 en las autonómicas frente a los 146.562 municipales, con 6.928 votos. Por el contrario, el Bloc Nacionalista Valencià pierde 25.300 de los municipios (139.492) a las Cortes Valencianas (113.792). En el mismo caso se encuentra Unión Valenciana, que de los votos a los municipios (86.805) a los del Parlamento (72.438), extravía 14.365.

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El PP recolecta estos 14.365 votos de Unión Valenciana y buena parte de los 102.814 resultantes de la diferencia del resto de las otras opciones, que oscilan entre los 83.943 de las autonómicas y los 186.312 de las municipales. El PSPV ha atraído hacia sí parte de los 25.000 votos perdidos por el Bloc y otros de L'Entesa, que ha conseguido compensar esa fuga con la aportación del voto verde y los que le ha arrebatado al Bloc con su mensaje nacionalista.

El avance del PP se hace más gráfico en el comportamiento de dos de los tres depósitos de votos construidos a partir de los datos del sondeo postelectoral de 1999 del Centro de Investigaciones Sociológicas, en el que los electores se autoubicaron en un abanico entre 1 y 10 (siendo 10 la derecha, 1 la izquierda y 5 el centro), y en el que la mayoría de los valencianos encuestados (entre el 50% y el 60% del electorado) se situaron en 4,9, un centro ligeramente inclinado hacia la izquierda.

El contraste del voto real obtenido por el PP y el resultante de la proyección en la ubicación ideológica del CIS (1.050.000), arroja un balance favorable de 90.110 sufragios. El PSPV también logra una diferencia favorable de 20.589 respecto al proyectado (850.000), mientras que Unión Valenciana pierde 27.562 de los 100.000 adjudicados a los 72.438 obtenidos.

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Así, en el depósito correspondiente a la derecha, que en cifras redondas está ocupado por 500.000 sufragios (450.000 del PP y 50.000 de otros partidos y votos en blanco), el PP no sólo ha movilizado al máximo su voto natural, sino que además ha tomado 15.000 del segmento del resto de opciones y votos blancos.

En el depósito del centro, que contiene dos millones de votos, del que uno pertenecía a la abstención y el resto se lo repartían el PP (alrededor de 600.000), el PSPV (unos 300.000) y Unión Valenciana (100.000), el PP ha movilizado los suyos y se ha atraído cerca de 67.527 votos del caladero de la abstención, tanto de la propia de las autonómicas como la que sólo acude a las urnas a votar esta opción en las generales ante el temor de que una coalición entre el PSPV y L'Entesa apeara del poder a los populares. El PP a la vez ha presionado sobre el colchón de Unión Valenciana absorbiéndole alrededor de 27.562 votos. Por el contrario, el PSPV habría logrado arrebatarle al PP unos 19.979 votos por su desgaste de gobierno, importantes para incrementar su total pero insuficientes para propiciar un vuelco.

En el grupo de la izquierda, además del medio millón de votos naturales del PSPV, se inscribían los 175.000 de Esquerra Unida, unos 75.000 del Bloc, alrededor de 50.000 de voto verde y otros tantos que se repartirían el resto de opciones y votos en blanco. En la comparación del voto real obtenido por L'Entesa (153.496) y la proyección resultante del CIS (175.000), esta opción ha perdido 21.504 apoyos, que han sido succionados por el PSPV bajo el influjo del voto útil, y pese a la coalición con Els Verds, cuyos 50.000 votos proyectados han amortiguado la caída de esta opción a la vez que han estimulado las posibilidades del PSPV y el Bloc. Entre los datos reales de los nacionalistas (113.792) y los trazados con los datos del CIS (75.000), hay un saldo favorable de 38.792 votos, que el Bloc ha obtenido del voto nuevo y del verde, que le sirven para aumentar su volumen y compensar el que pierde a favor del PSPV y L'Entesa.

A la izquierda, Francisco Camps tras su victoria la noche electoral. A la derecha, Joan Ignasi Pla esa misma noche.
A la izquierda, Francisco Camps tras su victoria la noche electoral. A la derecha, Joan Ignasi Pla esa misma noche.CARLES FRANCESC / SANTIAGO CARREGUÍ

Flujos en el depósito

Con los actuales resultados, al PSPV le van quedando pocas posibilidades de crecer por un centro que está siendo ocupado al máximo por el PP. El PP demostró el domingo que su techo electoral era sólo suelo, y que, en cambio, el que se consideraba hasta ahora suelo electoral de los socialistas se convierte cada vez más en su techo. El PP domina el depósito del voto de centro y se expande en él por el caladero del abtencionismo (cifrado en un millón de votos que se sitúan en la equidistancia entre la derecha y la izquierda) y el terreno que hasta ahora ha ocupado Unión Valenciana, un partido que se contrae hacia el enquistamiento insignificante y cuyo hundimiento puede agrandar más aún el volumen de los populares.

El comportamiento electoral del PP comprime hacia abajo el depósito del centro y le crea un techo impenetrable al PSPV, al que, mientras no concurran otros condicionantes, sólo le cabe aspirar a incrementar su capacidad electoral con las transferencias que pueda recibir del convulso depósito de la izquierda. En ése depósito, el PSPV frena el posible crecimiento de L'Entesa y ha comprimido al Bloc Nacionalista Valencià y al voto verde en unos segmentos de improbable superación, redistribuyendo los 900.000 votos que los cálculos del sondeo postelectoral del CIS de 1999 atribuyen a la izquierda. El PP, por el contrario, ha logrado la hegemonía en el depósito de la derecha, concitando la mayoría de los 450.000 votos que lo llenan.

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Sobre la firma

Miquel Alberola
Forma parte de la redacción de EL PAÍS desde 1995, en la que, entre otros cometidos, ha sido corresponsal en el Congreso de los Diputados, el Senado y la Casa del Rey en los años de congestión institucional y moción de censura. Fue delegado del periódico en la Comunidad Valenciana y, antes, subdirector del semanario El Temps.

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