El PP capea el castigo jornalero, pero pierde Arcos de la Frontera y Aroche
El conflicto por el subsidio agrario también votó el domingo, aunque sus papeletas sólo fueron decisivas en algunas localidades del campo andaluz. El sufragio jornalero castigó al PP por la reforma radical del subsidio que aprobó a mediados de 2002 y que, tras meses de movilizaciones, tuvo que cambiar apenas tres meses antes de las municipales. Pero ese castigo fue desigual, y, en muchos casos, intrascendente.
El PP había ido aumentando su presencia en el campo poco a poco en los últimos comicios, aunque aún estaba muy lejos de PSOE, IU e incluso PA. Apenas gobernaba en una decena de grandes pueblos y sus expectativas iniciales pasaban por aumentar notablemente esta cifra, pero entremedias se coló el conflicto del subsidio agrario. La posición del Gobierno ante el subsidio agrario ha pasado factura a los populares en alguna de sus conquistas más preciadas. Así, en Lucena (37.016 habitantes, Córdoba), el PP deja de ser la lista más votada: sólo mantiene cinco de los nueve ediles logrados en 1999, frente a los 12 con los que el PSOE alcanza la mayoría absoluta. En Lucena, cobran el subsidio casi 2.000 jornaleros.
En Arcos de la Frontera (28.140 habitantes, Cádiz), la pérdida de votos fue menor pero dolorosa. En esta localidad, donde cobran el subsidio 2.100 jornaleros, el PP pasa de 12 a 10 concejales, una merma de la que se beneficia IU. Sus dos ediles y los nueve del PSOE abren paso a un gobierno de izquierdas en uno de los pocos baluartes populares en el campo.
El PP también pierde el gobierno de Aroche (3.446 habitantes, 766 perceptores del subsidio), localidad onubense en la que el alcalde saliente, Antonio Cuaresma (PP), renunció a presentarse a la reelección para mostrar su discrepancia con el Gobierno. De tener cinco concejales, los populares se quedan al borde de la desaparición (un edil). Otros pueblos jornaleros de Huelva como Paterna del Campo o Manzanilla reflejan un claro descenso del PP, frente a lo que ocurrió en las localidades freseras, donde los populares avanzan: en Lepe y Moguer, muchos de los perceptores del subsidio agrario son inmigrantes que no votan. La misma explicación puede aplicarse a varias localidades almerienses en manos del PP (El Ejido, Roquetas, Alhama), en las que el conflicto del subsidio no ha tenido efecto en los resultados electorales, que han reafirmado el poder popular.
La pérdida de votos del PP se dejó sentir en localidades jornaleras como Valle de Abdjalís (Málaga) Montefrío, Alhama (Granada) y en pequeños pueblos jienenses como Benatae e Hinojares, o medianos como Los Villares y Valdepeñas. En otros, el PP retiene su poder: Villanueva (Córdoba), Valle del Zabalí (Granada) o La Palma del Condado (Huelva).
En Sevilla, la provincia con más perceptores del subsidio, el PP logró conservar Pilas (11.500 habitantes, 1.800 perceptores), pese a perder dos ediles. "Su alcalde es muy listo [Jesús Calderón], dijo que no estaba de acuerdo con el Gobierno", recuerda el secretario general del Sindicato de Obreros del Campo (SOC), Diego Cañamero, quien considera "un poco sorprendente cómo han aguantado" los populares. Eso sí, los feudos jornaleros sevillanos se mantienen intactos: IU gobernará de nuevo en El Coronil (del que fue alcalde Cañamero) y en Marinaleda. En este pueblo, Juan Manuel Sánchez Gordillo cubrirá su séptimo mandato con un edil más (nueve), ganado al PP (que desaparece). "IU ha avanzado en Sevilla", recalcó Sánchez Gordillo, quien mantuvo que los populares han tenido derrotas poco visibles: "Han perdido el único concejal que tenían en muchos pueblos".
En otras provincias, el PSOE ha discutido la primacía de IU en los pueblos más jornaleros, aunque sin llegar a conseguir el gobierno: Jódar (Jaén), Puerto Serrano (Cádiz), Padul (Granada) o Humilladero (Málaga). Los socialistas sí lograron rentabilizar la posición de la Junta ante el conflicto en Teba (Málaga) o Bollullos Par del Condado (Huelva), donde superan a IU como lista más votada.
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