El PSC arrebata dos alcaldías a ICV y se resquebrajan las mayorías absolutas

El PSC, la fuerza tradicionalmente más votada en el Baix Llobregat, ganó terreno en algunas alcaldías que se le resistían, como Molins de Rei, Sant Feliu de Llobregat y Sant Vicenç dels Horts, y perdió concejales en aquellas poblaciones donde contaba con un amplio margen de gobierno. Los concejales perdidos por los socialistas fueron a parar a Esquerra Republicana, el PP e Iniciativa. CiU no se benefició en ningún caso. Al contrario, retrocedió más si cabe en una comarca que se le muestra esquiva.

CiU ha salido muy perjudicada en un territorio donde su representación ya es de por sí escasa. Por su parte, ICV, en coalición con EUiA, ha perdido gran número de votos en aquellos municipios donde gobierna, si bien la coalición le ha supuesto mejorar sus resultados en las poblaciones donde se encuentra en la oposición.

Lo que ocurrió en Sant Feliu, la capital de la comarca, fue un ejemplo del declive de ICV y el avance socialista. ICV-EUiA y PSC empataron con siete concejales, aunque los ecosocialistas se imponen por unos 400 votos. El PP ganó un tercer concejal y desbancó a CiU como tercera fuerza. Los comicios fueron la prueba de fuego del alcalde, Àngel Merino, que sustituyó a Francesc Baltasar un año después de las elecciones de 1999.

En El Prat, ICV-EUiA perdió dos concejales y, por tanto, la mayoría absoluta, mientras que el PSC ganó uno y el PP dio el gran salto y obtuvo por primera vez representación, con tres. El voto socialista se impuso en Sant Vicenç dels Horts, donde desbancó también a ICV-EUiA. En Molins de Rei, los resultados fueron muy ajustados. El PSC superó a la coalición de Iniciativa con Esquerra per Molins de Rei por tan sólo 34 votos. En los comicios de 1999 se había quedado a tan sólo un centenar de la alcaldía.

El PSC también ganó terreno en Martorell, donde CiU perdió la mayoría absoluta, con un concejal menos, mientras que los socialistas ganaron dos. En ese caso las dos fuerzas más votadas pactaron el gobierno. Por su parte, el PP logra un concejal por primera vez en el municipio. Esquerra Republicana, con tres representantes, uno más que en 1999, podría tener la palabra sobre el futuro gobierno municipal.

En Cornellà, cayó un concejal socialista, que ganó Esquerra Republicana. ICV-EUiA se mantiene con cuatro y el PP con tres. En Sant Boi los socialistas perdieron la mayoría absoluta, con tres representantes menos, dos de los cuales se desviaron hacia ERC, que obtuvo representación por primera vez, mientras que el PP subió uno y alcanzó los tres.

Castelldefels sigue siendo socialista, con el 35,2% de los votos, pese a los temores de un avance del PP, que se mantiene como segunda fuerza con cinco concejales. ICV-EUiA consiguió dos representantes. Antonio Padilla tendrá que pactar para mantener la alcaldía, después de sus primeros comicios tras sustituir al histórico líder, Agustín Marina. La caída del voto socialista donde gobierna se hizo notar en Viladecans, donde el PSC perdió la mayoría absoluta, con dos representantes menos que pasan a ERC. Asimismo, en Esplugues los socialistas perdieron dos concejales que se repartieron entre ICV-EUiA y ERC. Igualmente, la amplia mayoría dela que disponía el PSC en Gavà se recorta y pasa de 15 a 12 concejales, uno de los cuales va a favor de ICV-EUiA.