De tebeo
La doctora Germen y la señora Ántrax parecen nombres de superhéroes de tebeo. La realidad, que venía observando las pautas de la novela del XIX, ha devenido de súbito en un tebeo del XX. Vamos de un género narrativo a otro, aunque en un orden inverso al deseable. "Donde hay un cómic, habrá un libro", decía una campaña de animación a la lectura cuyos autores estaban convencidos que desde la historieta se daba el salto a obras de mayor complejidad. Y era cierto. Muchos de los que aprendimos a leer con El Capitán Trueno acabamos devorando a Sartre, lo que parece más lógico que empezar por Camus y desembocar en Mortadelo.
Bush y su banda han conseguido invertir ese proceso lógico. Los anteriores presidentes de los EE UU tenían enemigos que podrían haber sido personajes de novelas históricas, incluso de novelas de introspección psicológica. La señora Ántrax, la doctora Germen, el propio Sadam Husein (no digamos sus hijos) y Bin Laden, con su barba postiza, son héroes o antihéroes de cómic por su simpleza moral y por la calidad de sus representaciones iconográficas. Si uno se mide por el tamaño de sus adversarios, Bush, Blair y Aznar, en vez de pasar a la historia, pasarán a la historieta. Y es que hasta para ser paranoico conviene ser inteligente. A los paranoicos listos les persiguen malos de cierto nivel y no esas caricaturas que parecen personajes sacados de una baraja española.
Así las cosas, tampoco es raro que en el reparto de la tarta nos haya tocado la reconstrucción del desierto. Aznar, que se libró de la mili (aunque nunca nos han dicho por qué, ya lo hemos deducido), no se ha librado de barrer el campo, que era lo que más gracia hacía a los sargentos. Se tomaban un par de cubalibres y decían: vamos a divertirnos un poco con los chicos. Y ahí nos veías a los chicos, escoba en mano, dejando el campo como los chorros del oro. Se ve que Bush y Blair se han reunido y se han dicho: vamos a darle algo que hacer a José María. Y le han encargado barrer el desierto. De modo que ahora mismo parece un superhéroe también, pero un superhéroe de tebeo, como la señora Ántrax y la doctora Germen. Si esto sigue así, me pido ser el Hombre Araña.
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