El portavoz socialista portugués ingresa en prisión preventiva acusado de pederastia
A Paulo Pedroso, ex ministro de Trabajo, se le imputan 15 delitos de abusos a menores
El portavoz del Partido Socialista portugués, Paulo Pedroso, ingresó ayer en prisión preventiva tras 14 horas de interrogatorio. Está acusado por la Fiscalía de la República de 15 delitos de pederastia. Con el arresto del antiguo ministro de Trabajo y Solidaridad, actual diputado y número dos socialista, la clase política se ve salpicada por el caso Casa Pia. El mayor escándalo social -y ahora también político- desvelado en Portugal en los últimos años surge con el desmantelamiento de una red de pederastas que abusaba sexualmente de los alumnos de los colegios de una institución benéfica que acoge a niños sin recursos.
El secretario general socialista, Eduardo Ferro Rodrigues, reveló ayer en una conferencia de prensa que su nombre está en las listas de la policía, y aseguró que ha sido citado por "testigos manipulados" para atacar y destruir su partido. El Fiscal General de la República, Souta Moura, aclaró más tarde que Ferro no es sospechoso de ningún delito. La periodista del semanario Expresso que reveló el caso, Felicia Cabrita, afirmó ayer en la televisión que, a tenor de sus informaciones, "este lodo salpicará a todos los partidos políticos del Parlamento".
El detenido más popular es Carlos Cruz, el presentador más famoso de la televisión portuguesa. El ex abogado de Silvino, Hugo Marçal, un médico, João Ferreira Diniz, un ex director de la Casa Pia, Manuel Abrantes y un antiguo embajador en la Unesco, Jorge Ritto, son los restantes detenidos. Todos están acusados de abuso sexual de menores. Otros médicos están siendo investigados porque habrían recogido muestras de sangre de los niños para garantizar su buena salud antes de ser víctimas de los clientes de Bibi.
Un informe oficial ha revelado que entre los niños que viven ahora en la institución, al menos 128 han sido víctimas de abusos sexuales. Casi todos son chicos y la mayoría pertenecen al colegio de sordomudos de la Casa Pia. Más dificil será hacer el balance de los 30 años anteriores.
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