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Berlusconi medirá el domingo en las urnas el apoyo a su gestión

Las municipales serán un plebiscito para el primer ministro

Italia afronta este domingo unas elecciones municipales y provinciales en las que están llamados a votar más de 12 millones de ciudadanos. Aunque sólo fuera por eso, la cita estaría cargada de importancia. Pero hay una razón adicional: el voto será una especie de referéndum sobre la popularidad del primer ministro, Silvio Berlusconi, necesitado de un aval electoral con el que "legitimar" las medidas necesarias para "desactivar" el Proceso SME, que se sigue contra él en Milán y que podría acarrearle serios problemas en pleno semestre de presidencia europea.

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En la campaña no se ha hablado de otra cosa, aunque los líderes del centro-izquierda han intentado hilvanar un mensaje crítico sobre la situación italiana, citando la mina de las pensiones, que estallará inexorablemente si no se reforma el actual sistema, o evocando el fantasma de la recesión económica tras un primer trimestre de 2003 con crecimiento negativo y del aumento de la delincuencia. Pero el verdadero debate político ha sido y es otro bien distinto: los problemas judiciales de Il Cavaliere y sus repercusiones sobre Italia.

Agitando el semestre de presidencia de la UE que comienza en julio como un fantasma, Berlusconi había conseguido movilizar a todo el país en la búsqueda de una solución a su caso. Algo había que hacer para salvar al jefe del Gobierno del oprobio de tener que compatibilizar las brillantes sesiones de Gobierno comunitario con el banquillo de los acusados en el tribunal de Milán, donde se le juzga por un feo asunto de soborno a varios jueces. El centro-derecha había madurado la idea de aprobar un plan (laudo Maccanico) que permitiría a los principales cargos institucionales del país eludir un tribunal mientras ocupan los despachos oficiales. Sólo que, hace apenas una semana, los magistrados que juzgan a Berlusconi tomaron una diabólica decisión: juzgar por separado a Il Cavaliere, aceptando sus impedimentos institucionales, y seguir por la vía rápida el proceso en el que están implicadas ocho personas, entre ellas su ex abogado Cesare Previti.

Los abogados y expertos en Derecho que rodean a Berlusconi han descubierto, sin embargo, que la medida puede ser mortífera. Juzgando con celeridad y, probablemente, condenando a Previti, los jueces de Milán asestarán un golpe mortal a la imagen del primer ministro. De hecho, los cargos contra Previti están relacionados directamente con el que fue su cliente. El delito es haber sobornado a varios jueces romanos para amañar sentencias a favor de Berlusconi.

De ahí que los juristas trabajen a marchas forzadas en busca de una ley que no sólo aplace la sentencia de Berlusconi, sino que paralice el proceso. Pero una ley de estas características despertaría fuertes críticas en la oposición. A menos que fuera precedida por un sonoro triunfo electoral de Berlusconi.

Silvio Berlusconi.
Silvio Berlusconi.

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